Con varios cambios en su alineación afrontaba el Cholo Simeone el Rayo Vallecano – Atlético de esta jornada de Liga. Tras la victoria sufrida en Liga de Campeones, tocaba volver a ponerse el mono de trabajo en la competición doméstica. Todo con Sørloth y Julián en ataque, además de una línea defensiva con varias novedades. Un once que le costó asentarse en el terreno de juego de Vallecas, asfixiado ante la presión del cuadro de la franja y sufriendo en el medio del campo. Sin embargo, el primer acercamiento con peligro fue colchonero. Por medio de Sørloth, que se durmió y Mumin le comió la tostada. En el rechace, Lino se encontró con el guardameta local.
Respondió el Rayo, que dominaba con balón y que controlaba el partido desde el centro del campo. Todo en una acción que Embarba, con muy mala baba, la pegó a la cepa del poste y tuvo que aparecer Oblak. Una gran parada del esloveno, que desvió a córner. Se sentía incómodo el cuadro del Cholo, que vio como una ocnntra pudo ponerle por delante. Pero Julián Alvarez no pudo aprovechar la situación y Batalla se echó encima. Y en el ecuador del primer tiempo, el propio Julián, con una acción de las suyas, pudo desequilibrar la balanza. La cogió en el perfil izquierdo, se metió hacia dentro y su derechazo se topó con la escuadra.
Sin embargo, las ocasiones no se correspondían con el juego del equipo. Sufría el Atlético ante el planteamiento de los locales. Y pasada la media hora se certificó con un tanto vallecano con suspense. Ratiu recibió totalmente desmarcado en la derecha del área colchonero, la pegó con todo a portería y por ahí apareció Isi, que entrando desde atrás, la empujó al fondo de la red. Un gol que tuvo que ser revisado, pero que acabó subiendo al luminoso.
Una primera mitad que además del mal juego, se veía repercutido por el tanto de la franja. Y justo antes del descanso, todo lo malo que podía suceder, sucedió. Ya que Azpilicueta se tuvo que marchar lesionado, de su pierna izquierda, y que obligó a saltar al verde a Giménez. Pero antes de marcharse al túnel de vestuarios, los de Iñigo Pérez seguían cercando la portería de Oblak, ganando todas las segundas jugadas y poniendo en serios apuros al equipo de Simeone.
La reacción no fue suficiente
Tal era la situación que el Cholo realizó un doble cambio, dando paso a Griezmann y a Correa. Todo en el lugar de Llorente y Lino, ambos sin participación y sin ser incisivos en sus respectivas posiciones. Y nada más empezar, todo empezó a funcionar. Julián se situó como extremo zurdo en un 4-4-2 con Griezmann por la derecha y Correa en ataque con el noruego. Y Sørloth, que recibió un balón perfecto y se tiró un autopase largo ante Batalla. Pero no dejó de creer, y desde la línea de fondo se volvió hacia atrás y la dejó de cara para que Gallagher, llegando desde atrás, anotase un precioso gol. Con la diestra, pegado al palo, para poner las tablas en el marcador.
Con todo el segundo tiempo por delante, era momento de ir a por la victoria. El Atlético controlaba ahora sí el centro del campo, a diferencia del primer tiempo, y eso beneficiaba al equipo del Cholo. Empezaba a vislumbrarse el equipo al que estábamos acostumbrados todos los aficionados colchoneros, con un Griezmann muy activo por dentro y buscando romper líneas. Y así se llegó a la hora de juego.
Ahora el Atlético no sufría ante el Rayo Vallecano, a quienes les costaba llegar sobre la meta de Oblak. Una sensación positiva, tras la primera parte, y con media hora de juego por delante para buscar la victoria. Le primer acercamiento sobre la meta del esloveno fue un error entre Nahuel y Witsel, que permitió un disparo desde la frontal que atajó sin problemas el guardameta colchonero. El encuentro entró en su recta final y Julián quiso sumarse a la fiesta. Con otra acción desde la frontal, tras una pared con Gallagher, que el argentino pegó desde fuera del área. Su disparo lo despejó Batalla con una gran estirada.
Quiso tirar de pillería el Atlético, para pillar al Rayo Vallecano. Córner rápido de Correa a Griezmann, que buscó a Sørloth en el punto de penalti pero Batalla le quitó la pelota con el puño. Paradón de los que dan puntos, en un partido que parecía evocado al empate. Y fue a por todo el Cholo, dando entrada al campo a su hijo Giuliano, en el lugar de Sørloth. La tuvo Correa en el 88′, tras una buena internada de Molina por la derecha, pero el disparo del ’10’ lo atajó Batalla. Y fue la última, en un partido que acabó con reparto de puntos.