16 mayo, 2024

Paseo de los Melancólicos: «Club Atlético Aviación»

Nueva entrega del «Paseo de los Melancólicos», esta vez dedicada los exitosos años del Club Atlético Aviación.

Tras el final de la Guerra Civil en 1939 el Athletic de Madrid se encontraba en una situación crítica: acumulaba un déficit económico al que no podía hacer frente, el campo del Metropolitano estaba completamente destruido por la guerra, su plantilla diezmada y con la posibilidad de descender de categoría a Segunda División debido al hecho de haber quedado penúltimos en el Campeonato de Liga de 1935-36, último disputado antes de la Guerra Civil.

Foto: Diario AS

Por su parte, el por aquel entonces Club Aviación Nacional, creado a mediados de 1937 en Salamanca con el objetivo de entretener a los soldados y disputar partidos benéficos, sería trasladado a Madrid, buscando a su vez la manera jugar en Primera División sin tener que pasar por el trámite de jugar en Regional, ascender a Segunda y más tarde llegar a la máxima categoría. Ambas instituciones se necesitaban y estaban condenadas a entenderse. No obstante, las negociaciones no fueron nada sencillas. El Aviación Nacional había intentado fusionarse anteriormente con el Real Madrid, pero las condiciones que el club militar proponía no convencieron a los blancos. El Aviación exigía al club que se uniese a él imponer su nombre, su escudo, los colores de su uniforme, el 50% de los directivos y el presidente.

Por otra parte, el Nacional de Madrid también estaba interesado en fusionarse con el Aviación Nacional y el Athletic temía que esa posibilidad los relegara a tercer equipo madrileño. Los directivos del Athletic Club de Madrid, Cesáreo Galindez y Juan Tourón intensificaron su ofensiva y propusieron al Capitán Bosmediano y al Teniente Salamanca un acuerdo que pudiera beneficiar a ambas partes.

Finalmente lo consiguieron, y a pesar de que en ocasiones así se lo denomina, no se trató estrictamente de una fusión, sino de un cambio de denominación del club madrileño bajo ciertas condiciones:

  • Cambiar el nombre de Athletic de Madrid a Athletic-Aviación Club, que poco después pasaría a ser Club Atlético Aviación, desde que en 1940 se prohibieran los anglicismos​.
  • Que a pesar de lo anterior, «continuará rigiéndose por el mismo reglamento que hasta ahora lo venía haciendo el Athletic Club”.
  • Mantener los colores rojo y blanco de la camiseta y el pantalón azul y, en el escudo, poner el emblema del Aviación Nacional con el escudo del Athletic de Madrid superpuesto.
  • Otorgar los mismos derechos a los miembros Ejército del Aire que soliciten entrar en el club que a los actuales socios del mismo.
  • Que el acuerdo habría de reconocerse por la Federación Castellana de Fútbol.

Así, con esa serie de condiciones, ambos equipos resultaron beneficiados y el Atlético de Madrid pudo sobrevivir a la Guerra convirtiéndose en un equipo fuerte y competitivo y dando el primer paso para ser uno de los clubes más grandes del fútbol español.

Tras la firma del acuerdo, desapareció formalmente el Club Aviación Nacional. Se nombró una Junta Directiva mixta y el Comandante Francisco Vives Camino fue nombrado presidente del club, aunque rápidamente fue sustituido por el Comandante Luis Navarro Garnica, siendo nombrado Vicepresidente José María Fernández Cabello, último presidente de Athletic Club de Madrid antes del acuerdo. En los demás puestos se nombraron a representantes de ambas entidades, entre ellos Bosmediano y Salamanca.

Todos los jugadores pertenecían al Servicio de Aviación, algunos eran militares y otros personal civil y cobraban un modesto sueldo incrementado, a veces, por primas. Para los desplazamientos del equipo se utilizaban autobuses del Ejército del Aire.

El escollo del descenso de categoría se solucionó ya que el Oviedo, club de primera división, solicitó una moratoria de un año para poder arreglar su campo de fútbol. La Federación decidió que la plaza del Oviedo disponible en Primera División se disputase a un único partido entre el Osasuna y el Atlético de Aviación en Mestalla el 26 de noviembre de 1939, partido ganado por 3-1 por los colchoneros.

Los rojiblancos lograron conquistar en su primera temporada como Athletic Aviación la última edición del Campeonato del Centro. Ese fue el inicio oficial de la última temporada del goleador Elícegui en el Club, pero al equipo todavía le esperaba lo mejor: el 28 de abril de 1940, dirigido por el mítico Ricardo Zamora, se adjudicó el título de campeón de la Primera División por primera vez en su historia, disputando el campeonato palmo a palmo con el Sevilla. Nada más ganar el título liguero, el entrenador rojiblanco es detenido y encarcelado por el Régimen de Franco acusado de «rojo», no regresando al banquillo hasta el mes de diciembre. Pese a estas dificultades, en septiembre de aquel año y en su condición de campeón de Liga, ganarían los rojiblancos ante el campeón de Copa un torneo que constituiría el primer precedente de la Supercopa de España y cuya oficialidad es discutida.

Aquel equipo se vio obligado a jugar como local esporádicamente en Chamartín y finalmente en el Estadio de Vallecas, mientras se reparaban los desperfectos causados en el Stadium Metropolitano durante la Guerra Civil, al que se retornaría en 1943, y que a su vez prestaría desde 1946 a su eterno rival para que también jugara allí como local mientras construía su nuevo estadio. El Atlético no perdió un solo partido como local en Vallecas aquella primera temporada, obteniendo su primera Liga la última jornada con una victoria en el recinto vallecano, y extendió su racha durante los siete primeros partidos como local de la siguiente, para un total de diecinueve partidos invicto en casa. Este récord de imbatibilidad en el estreno de un estadio en la máxima categoría se ha mantenido vigente desde entonces y sólo ha estado cerca de batirlo el propio Atlético de Madrid, en la temporada del estreno de su nuevo Estadio Metropolitano en 2018.

En la temporada siguiente, el 2 de marzo de 1941, nuevamente dirigido por Ricardo Zamora tras su liberación, el club logró revalidar el título de campeón de la Primera División. En aquella Liga, resultó clave el gran aporte del delantero y primer trofeo Pichichi de la historia del Atlético de Madrid, Pruden, máximo goleador de la categoría con 32 goles; el de sus compañeros en ataque Paco Campos y Arencibia, así como en defensa por parte de Alfonso Aparicio y de Fernando Tabales, primer portero menos goleado en Liga de la historia del Club. Poco después, el 22 de junio de 1941, el Atlético alzaría otro título oficial de carácter regional, la Copa Presidente Federación Castellana, tras derrotar 3-0 al Real Madrid en el partido de vuelta de la final. El equipo no conseguiría más títulos en esta etapa, siendo reseñable el subcampeonato de la Liga de 1944, título que ganaría el Valencia de la «delantera eléctrica», además de varios terceros puestos. Tras siete temporadas en el banquillo, Zamora abandonó el Atlético en 1946, sustituyéndole Emilio Vidal.

En 1947, finalizó cualquier clase de vinculación entre el Club y el Ejército del Aire, habiendo solicitado este último que se volviera a cambiar el nombre retirando el «Aviación». No obstante, el Atlético de Madrid seguiría honrando en años venideros ese nexo, muy significativamente en los actos del 75º aniversario del Ejército del Aire, coincidentes con el 75º Aniversario desde su bautizo como Athletic de Aviación, con descenso de paracaidistas al terreno de juego antes de comenzar un encuentro, tradición que se viene recuperando por parte de la Patrulla Águila para celebrar otras efemérides del Club, incluyendo la inauguración del nuevo estadio Metropolitano el 16 de septiembre de 2017.

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