Paseo de los Melancólicos: «Diego Pablo Simeone»

Última entrega del Paseo de los Melancólicos a lo largo de la historia del Atlético de Madrid y dedicada a la etapa más gloriosa de la misma, la liderada por Diego Pablo Simeone, a quien Dios siga guardando muchos años.

21 de diciembre de 2011. El Atlético de Madrid era derrotado 0-1 en el Vicente Calderón en los diceiseisavos de final de la Copa del Rey ante el Albacete Balompié, por aquel entonces en Segunda B. Todo ello ante alrededor de 15.000 valientes que acudieron con la esperanza de ver remontar el 2-1 en contra de la ida en el Carlos Belmonte. Ni esas 15.000 personas de fe, ni el universo atlético al completo podrían imaginar que en cosa de un par de días un una institución descompuesta, fragmentada por todas partes, navegando a la deriva y coqueteando peligrosamente con los puestos de descenso iba a comenzar a escribir las páginas más gloriosas de su centenaria historia.

«Quiero un equipo agresivo, fuerte, aguerrido, contragolpeador y veloz. Eso que nos enamoró siempre a los atléticos. Vamos en busca de lo que fue nuestra historia»

La llegada de Diego Pablo Simeone como nuevo entrenador del Atleti parecía ser el enésimo disparo al aire de una directiva absolutamente nefasta en su gestión del club. La enésima leyenda convertida en escudo humano, en cortafuegos que mantuviera a salvo un palco presidencial cada vez más cercado y señalado por la afición. Nada funcionaba en un club al que Valencia, Sevilla y hasta Villarreal habían adelantado por la derecha.

Simeone no lo dudó tan pronto como recibió la llamada, no ya de Miguel Ángel Gil, sino del destino. Fue presentado oficialmente el 27 de diciembre de 2011, y en su primera rueda de prensa afirmó: «Quiero un equipo agresivo, fuerte, aguerrido, contragolpeador y veloz. Eso que nos enamoró siempre a los atléticos. Vamos en busca de lo que fue nuestra historia».​ Tras la mentada eliminación en Copa y en el undécimo puesto de la Liga, con apenas 60.000 socios, una deuda de 200 millones de euros con Hacienda y encontrándose el Atlético en el puesto 23º del ranking UEFA. Simeone no rehuyó el desafío y, con el «partido a partido» como lema, apenas cinco años después (habiéndose convertido ya en el segundo entrenador con más partidos en la historia del Club, sólo por detrás de Luis Aragonés). Se habían superado los 100.000 socios, no existía la deuda con Hacienda (si bien sí frente a otros acreedores) y se escalarían 22 puestos en el citado ranking​, instaurando a nivel deportivo una filosofía de juego, que sería internacionalmente reconocida, alabada e imitada. Este cambio de dirección comenzó a fraguarse en aquella primera media temporada con Simeone al frente del equipo.

En Liga, se recondujo la situación y el Atlético finalizó quinto a solamente un punto del Málaga. Sin embargo, sería a nivel europeo donde se produciría la mayor alegría, estableciendo un récord que culminaría en la temporada siguiente: desde que el 1 de noviembre de 2011 ganara al Udinese, el Atlético consiguió encadenar 16 victorias consecutivas en competiciones europeas, superando las 11 victorias consecutivas del Ajax de los años 1987 y 1988 y del Barcelona de la temporada 2002. Como parte de esa racha, se alzó un nuevo título. En la Europa League 2011-2012 el cuadro rojiblanco fue eliminando a la Lazio, Beşiktaş, Hannover 96 y al Valencia. Así, el conjunto rojiblanco llegaba a su tercera final europea en los tres últimos años, disputada el 9 de mayo de 2012, en Bucarest, frente al Athletic Club de Bilbao. El logro mereció especial elogio considerando que, tras la reconstrucción del equipo, sólo siete jugadores de la plantilla habían formado parte de la que ganó la competición apenas dos años atrás (Domínguez, Salvio -los únicos que jugaron en ambas finales-, Perea, Antonio López, Tiago, Asenjo y Assunçao)​. El Atlético de Madrid se impuso con holgura y conquistó su segunda Europa League tras vencer por 3-0 al Athletic Club con una espectacular actuación de Falcao, marcando dos extraordinarios goles y galardonado como mejor jugador de la final y del torneo. El tercer gol fue obra del brasileño Diego Ribas.

La temporada 2012-13 comenzó con un nuevo título de Supercampeón de Europa para el Atlético, al imponerse el 31 de agosto en Mónaco por 4-1 al Chelsea, vigente campeón de Europa, con triplete de Falcao, en el considerado como uno de los mejores partidos del Atlético en su historia​. En el Campeonato Nacional de Liga, el inicio del equipo fue fulgurante, cerrando la primera vuelta en segunda posición, acabando el campeonato tercero con 76 puntos, la mejor posición y puntaje desde que ganara el Campeonato de Liga 1995-96 con 87 puntos. Pero fue en la Copa del Rey donde el equipo dio la campanada. El 17 de mayo de 2013 disputaba la final ante al Real Madrid en el Estadio Santiago Bernabéu. Un Real Madrid al que no se ganaba desde finales de 1999. En los 90 minutos reglamentarios, el partido finalizó 1-1, con Cristiano Ronaldo adelantando a los blancos tras la salida de un córner y con el empate de Diego Costa para los atléticos, tras asistencia de Falcao. En la prórroga, un gol de cabeza de João Miranda y la excelente actuación del portero Courtois​ pusieron fin a una racha de 14 años sin vencer al rival directo. Así, el equipo colchonero obtuvo su décimo campeonato de Copa de España, ante el Real Madrid y en su estadio, siendo muy recordada la imagen del canterano Koke clavando la bandera del Atlético en el césped del Santiago Bernabéu​ o los cánticos antimadridistas de Courtois durante la celebración oficial, más teniendo en cuenta que el belga acabaría defendiendo la portería blanca años después.

La temporada 2013-14 comenzó con la disputa, el 21 de agosto de 2013, de la Supercopa de España frente al Barcelona en el Calderón, con resultado de 1-1 en la ida, gol de David Villa, fichado para sustituir a Falcao, y de 0-0 en la vuelta, siendo Víctor Valdés determinante en la consecución del título por parte del equipo azulgrana por el valor doble de los goles en campo contrario. El inicio de Liga no pudo ser mejor. El Atleti encadenó ocho victorias de forma consecutiva, incluyendo goleadas como un 7-0 al Getafe. En su primer desempeño en la máxima competición continental bajo las órdenes de Simeone, el Atlético quedó encuadrado en la fase de grupos ante el Porto, Zenit de San Petersburgo y Austria de Viena, siendo el mejor equipo en la competición con 16 puntos. Ya en fase de eliminatorias, el Atlético de Madrid derrotaría primero holgadamente al AC Milan y después al F.C. Barcelona en una emocionante eliminatoria. Diego Ribas adelantaría a los rojiblancos con un estratosférico zambombazo por la escuadra, empatando Iniesta poco después. Para la historia queda la resistencia de los rojiblancos ante un asedio en tromba de los locales, que no conseguirían mover el marcador. En el partido de vuelta los colchoneros ganaron 1-0, gracias a un gol tempranero de Koke, en una de las mayores ollas a presión que se vivieron en el Vicente Calderón.

En semifinales, correspondió el emparejamiento con Chelsea F.C., en el que militaba Fernando Torres y entrenaba José Mourinho.​ Tras un empate sin goles como local, el Atlético de Madrid se impuso por 1-3 en Londres con goles de Adrián López, Diego Costa y Arda Turan y con Fernando Torres anotando el único tanto del Chelsea F.C. El Atleti llegaba así a la final de la máxima competición europea cuarenta años después. Y lo hacía sin Turán, lesionado en el Camp Nou una semana antes, y con Costa supuestamente curado de una lesión muscular producida en el mismo partido, nada menos que mediante placenta de yegua… Enfrente tenía nada menos que al rival de la capital y se disputaba en Lisboa, lo que supuso que Madrid entero se trasladara a Lisboa aquel 24 de mayo de 2014. Adelantó Godín al Atlético poco antes del descanso y el partido siguió transcurriendo con los blancos atascados, desesperados y contra las cuerdas. A falta de dos minutos para proclamarse campeón y habiendo prolongado el árbitro holandés Kuipers 5 minutos el tiempo reglamentario, de manera arbitraria (valga la redundancia), Ramos empató el partido a la salida de un córner y lo llevó hasta una prórroga en la que los rojiblancos, fundidos por el esfuerzo de una larguísima temporada y marcados por los problemas físicos de los jugadores más determinantes, no consiguieron llevarse el título. Se repetía el infortunio de 40 años antes en Heysel.

No obstante, todos habíamos estallado en lágrimas de alegría justo una semana antes de lo ocurrido en Lisboa. Tras un final de Liga emocionante, en el cual los rojiblancos no aprovecharon la oportunidad de proclamarse campeones en la jornada anterior ante el Málaga en el Calderón (ay, aquel tiro de Adrián que sacó Cavallero en el minuto 90), el Atlético de Madrid disputó el 17 de mayo de 2014 (justo un año después de ganar la Copa en el Bernabéu) el último partido de la temporada en el Camp Nou frente al Barça. Tras haber batido su récord de puntos en una Liga y de victorias consecutivas (nueve)​, con tres puntos de ventaja en la clasificación frente a los locales, al Atlético le bastaba un empate para ser campeón, mientras que el F.C. Barcelona estaba obligado a ganar para hacerse con el título. Comenzó adelantándose el conjunto barcelonés con gol de Alexis Sánchez al filo del descanso. A los pocos minutos de la reanudación, un cabezazo que pasaría a la historia de Diego Godín a la salida de un córner puso el empate a uno en el marcador con el que se llegaría al final del partido. De esta manera el Atlético de Madrid se proclamó campeón de Liga por décima vez con 90 puntos, luego de dieciocho años desde su último título liguero, por encima de poderosos equipos como el Barça de Messi o el Real Madrid de Cristiano. Era sin duda el momento más glorioso de Simeone al frente del banquillo del Atleti. Momento que no pudo culminarse lamentablemente una semana después con la Copa de Europa, pero que no empaña en absoluto esa temporada irrepetible e inolvidable en la que partido a partido y latido a latido el Atlético de Madrid fue capaz de cerrar la boca a los agoreros que durante nueve meses no pararon de repetir el famoso ya caerá el Atleti y de demostrar que si se cree y se trabaja, se puede.

Al inicio de la temporada 2014-15, en su condición de vigente campeón de Liga, el Atlético volvió a saborear un nuevo título oficial, venciendo nuevamente al Real Madrid en la final de la Supercopa de España. El empate 1-1 en el Bernabéu (Raúl García) y la victoria por 1-0 del Atlético, con gol de Mandžukić a pase de un recién llegado Griezmann. Aquel partido disputado en el Calderón, supuso el fin de una racha de 15 años sin victorias en partidos oficiales ante el eterno rival actuando en casa.

El 2 de enero de 2015, fue el día en que Fernando Torres volvía oficialmente a su casa. El 5 de enero de 2015 fue presentado en el Calderon, batiendo todos récords de asistencia a la presentación de un jugador, acudiendo 45.000 personas y demostrando que, a pesar de los años de ausencia, en realidad nunca se había ido y continuaba siendo una leyenda. El Atlético finalizó nuevamente tercero en Liga. Siempre será recordado el partido del 7 de febrero de 2015, donde el Atlético de Madrid derrotó con un contundente 4-0 al Real Madrid en el Calderón, con goles de Tiago, Saúl (de espectacular chilena​), Griezmann y Mandžukić. En Copa, el Atlético fue eliminado por el Barcelona en cuartos de final y en Liga de Campeones, también en cuartos de final por el Real Madrid.

En la temporada 2015-16, el Atlético alcanzaría su tercera final de Liga de Campeones y el doloroso récord de ser el club que más veces la ha jugado sin llegar a alzar el título. En la fase de grupos finalizó primero del Grupo C por delante de Benfica, Galatasaray y Astana, eliminando sucesivamente a PSV Eindhoven, Barcelona y Bayern Múnich en una sufrida semifinal en la que resistió increíblemente el acoso bávaro​, avanzando a la final donde esperaría otra vez el Real Madrid. La final se jugó en el estadio de San Siro, el día 28 de mayo de 2016. El Real Madrid finalizó el primer tiempo ganando 1-0 a los 15′ con un gol de Sergio Ramos en fuera de juego​, empatando en la segunda parte los rojiblancos gracias a un gol de Carrasco e incluso fallando un penalti Antoine Griezmann. Tras no moverse el empate durante los minutos restantes y en el tiempo extra, los dos equipos fueron a la tanda de penaltis, en la cual, caería el Atleti ante el equipo blanco por 5-4, obteniendo así su segundo subcampeonato europeo en tres años. En Liga, una vez más, finalizó tercero, a tres puntos del campeón, recuperando el tercer puesto de la clasificación histórica de la Liga, que el Atlético de Madrid había perdido hacía años debido a sus mediocres temporadas desde el descenso.

Los aficionados atléticos permanecieron en el estadio animando a su equipo bajo la lluvia tras la eliminación, demostrando lo orgullosos que estaban por no ser como sus vecinos merengues, más preocupados de decir cómo teníamos que sentirnos por haber perdido dos finales contra ellos o de enfundarse sus chubasqueros para no mojarse que de celebrar el pase a la final.

La temporada 2016-17 fue la última que disputó el Atlético siendo su estadio el Vicente Calderón, despidiéndolo en partido oficial ante el Athletic Club el 18 de mayo de 2017, contra quien ya se midió al despedir el Stadium Metropolitano, a quien derrotaría con dos goles de Torres y uno de Correa. Finalizó otra vez tercero en Liga (tras Real Madrid y F.C. Barcelona) y fue eliminado en semifinales tanto de la Copa del Rey, por el FC Barcelona, como de la Liga de Campeones, por el Real Madrid. En el marco de la competición europea, el Atlético ganó por dos goles a uno el último derbi disputado en su viejo estadio, aunque no fue suficiente para remontar la derrota de la ida. Pese a todo, los aficionados atléticos permanecieron en el estadio animando a su equipo bajo la lluvia tras la eliminación, demostrando lo orgullosos que estaban por no ser como sus vecinos merengues, más preocupados de decir cómo teníamos que sentirnos por haber perdido dos finales contra ellos o de enfundarse sus chubasqueros para no mojarse que de celebrar el pase a la final.

La temporada siguiente, el Atlético estrenó su nuevo estadio tras una polémica modificación del escudo del Club​, con victoria 1-0 el 16 de septiembre de 2017 ante el Málaga (Griezmann). En Liga, finalizó subcampeón por detrás del Barça y por delante del Real Madrid.​ Oblak fue por tercera vez el portero menos goleado de la competición, alzando su tercer trofeo Zamora y superando así a Courtois (con dos) como el jugador del Atlético con mayor número de estos galardones. En la Liga de Campeones fue eliminado en la fase de grupos, al finalizar tercero por delante del Quarabag FK. Ese tercer puesto le permitiría disputar la fase de eliminatorias de la UEFA Europa League. Fue avanzando, eliminando al Copenhague, al Lokomotiv Moscú, al Sporting de Lisboa y al Arsenal en unas memorables semifinales, tras arrancar un empate a un gol (Griezmann) en Londres contando desde el minuto 9 con diez jugadores​ y derrotando a los gunners gracias a un gol de Diego Costa en la vuelta, considerado ese partido como el primero en el que la intensidad del ambiente del nuevo Metropolitano, hasta entonces objeto de alguna crítica​, se asemejó a la que tenía el Vicente Calderón.​ Alcanzó de este modo la final, en la que derrotó al Olympique de Marsella por 3-0, con dos goles de Griezmann y uno de Gabi, el 16 de mayo de 2018 en Lyon, donde en 1986 se había perdido una final de Recopa ante el Dinamo de Kiev. De esta manera, se proclamó campeón por tercera vez de esta competición, siendo el primer título que conseguía Fernando Torres como jugador del Atlético en su última temporada en su casa​. También sería la última temporada de Gabi​, primer capitán del equipo durante toda la era de Simeone ​, sustituyéndole en tal condición Diego Godín. Merced a los éxitos de esta temporada, finalizó el Atlético en el segundo puesto del ranking UEFA de clubes.

La temporada 2018-19 comenzó para el Atlético con la mirilla puesta en la final de la Liga de Campeones del Metropolitano y en el enésimo derbi europeo frente al Real Madrid, esta vez en la final de la Supercopa de Europa, que tuvo lugar en Tallín el 15 de agosto de 2018. El título fue conquistado por el Club rojiblanco en un duelo apasionante decantado por la estelar actuación de Diego Costa, ganando la final por 2-4, merced a un doblete del hispano-brasileño, culminado con goles de Saúl y Koke). Así, el Atlético derrotaba en una final europea al Real Madrid por primera vez en la historia.​ Este campeonato convirtió a Diego Simeone en el entrenador con más títulos oficiales de primer nivel dirigiendo al Atlético de Madrid (siete, superando por uno de ellos​ a Luis Aragonés​). En cuanto a su devenir en la Liga de Campeones, comenzó el equipo la fase de grupos emparejado con Borussia Dortmund, Mónaco y Brujas, avanzando al cruce de octavos de final ante la Juventus. Los rojiblancos derrotaron en la ida a los italianos (2-0), pero fueron eliminados tras un nefasto partido de vuelta en el peor partido del Atlético de Madrid desde que el Cholo cogió el rumbo de la nave hace más de 7 años, finalizando así el sueño de jugar la final en su estadio.

Aun así, el Atleti finalizará la Liga como segundo tras el Barça por segunda temporada consecutiva y por décima vez en su historia de 116 años y a partir del próximo ejercicio, allá por agosto de 2019, continuará haciendo lo que mejor ha sabido hacer durante los últimos 7 años desde que Diego Pablo Simeone cogió las riendas del equipo aquel 23 de diciembre de 2011: competir e insistir. Porque independientemente de los logros deportivos conseguidos con él y de liderar la etapa más gloriosa del club, Simeone ha recuperado la identidad y la esencia de lo que siempre ha sido el Atlético de Madrid, desde que naciera en una noche de finales abril de 1903: orgullo e inconformismo. Ojalá sigamos contando como la historia de esta pasión se va haciendo cada vez más grande y la llama que el Cholo ha vuelto a encender no se vuelva a apagar esta vez como se fue apagando en los 14 años anteriores a su llegada.

Y aquí finaliza este repaso de diez entregas a lo largo de la historia del Club Atlético de Madrid. Una historia centenaria que aquellos estudiantes vascos que lo fundaron como Athletic Club de Madrid jamás hubieran imaginado ni en sus mejores sueños y de la que estarán inmensamente orgullosos allá arriba, desde el tercer anfiteatro, junto a tantos y tantos atléticos que lo llenan hoy y que lo seguirán llenando durante toda la eternidad.

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