
Era 03 de Mayo de 2016, caía en martes y el Atlético visitaba el Allianz Arena en la vuelta de las semifinales de la UEFA Champions League. Uno de los partidos más importantes y difíciles pero que, pese a todos los antecedentes del rival, el Bayern de Munich, el Atlético de Madrid era capaz de sobrellevar.
El partido iba a empezar con el absoluto dominio del equipo local. El Atleti esperaría detrás para salir a la contra a la mínima pero esto no le serviría. En el minuto 30 ya había tirado el equipo alemán 12 veces y el Atlético solo 2 y en el minuto 31 se iba a empatar la eliminatoria en una falta en la media luna del área de Oblak. El balón sería disparado por un conocido como es Xabi Alonso, tocaría lo justo en la pierna de Giménez cambiándole la trayectoria del esférico y dejando a Oblak descolocado.
La eliminatoria de terminar así se iría a prórroga pero pasados dos minutos del gol, Giménez provocaría un penalti en contra, el cual sería ejecutado por Müller. AQUÍ ESTABA EL PUNTO DE INFLEXIÓN. Oblak detenía la pena máxima y el rechace que llegaba a Lewandowski también lo iba a detener el guardameta. Era este el empujón que necesitaban los nuestros. A partir de este momento el Bayern no asediaría la portería tanto como en los primeros minutos de encuentro.
Nos íbamos al descanso y todos pensábamos en esa charla motivadora del Cholo. Te necesitamos Diego Pablo pensábamos al igual que en el gran Luis Aragonés, el cual sería la pequeña ayuda que necesitábamos.
Empezaba la segunda mitad, los nervios a flor de piel, el Atleti iba a por el gol, entraba Carrasco en el descanso sustituyendo a Augusto Fernández. El Atleti iba a por ese empate necesario y en el minuto 53 una pared entre Torres y Griezmann dejaba al francés solo ante Neuer y definía de forma exquisita para subir el tanto al marcador. El partido mejoraba por momentos pero a la par el Bayern quería con más ansia el segundo tanto y este iba a llegar en el minuto 74 en un centro de Álaba desde la izquierda que ponía de segunda jugada después Arturo Vidal para el posterior remate del delantero polaco del Bayern, Robert Lewandowski. Los nervios volvían a apoderarse de los Atléticos pero no de nuestros jugadores. El Atleti iba a defender a muerte el resultado y a salir a la contra a la mínima ocasión, la cual llegó en el minuto 82 en el que Torres era derribado fuera del área por Javi Martínez y el árbitro señalaba penalti. La pena máxima sería ejecutada por el propio Fernando pero Neuer haría lo mismo que Oblak y detendría el lanzamiento desde los once metros.
El Atlético de Madrid, sus jugadores, los tres mil aficionados de la grada y los millones de seguidores desde sus casas sufriríamos cada segundo del partido y al final conseguirían la hazaña de volver a la final de la Champions, la final en Milán.
Hay que destacar el trabajo de todo el equipo, titulares, suplentes, cuerpo técnico y afición. Oblak ha llevado al Atleti a la final con la actuación espectacular de esta noche, detuvo un penalti e hizo tropecientas paradas para evitarlo. Pese a ser el hombre del partido tuvo ante el a diez hombres dispuestos a morir por el de al lado y eso, eso se llama EQUIPO, un grupo de personas que defienden una idea y una filosofía por un mismo fin. Es por esto de que tanto nosotros como cualquier aficionado estamos orgullosos de este conjunto.
Bayern: Neuer; Lahm, Javi Martínez, Boateng, Alaba; Xabi Alonso; Douglas Costa (Coman, 73’), Vidal, Müller, Ribery; y Lewandowski.
Atlético de Madrid: Juanfran, Giménez, Godín, Filipe Luis; Saúl, Gabi, Augusto Fernández (Carrasco, 46’), Koke (Savic, 93’); Griezmann (Thomas, 82’) y Fernando Torres.