El pasado derbi liguero contra el Real Madrid se vio envuelto en una gran polémica por el lanzamiento de objetos que se produjo. Ante esta situación, el Atlético de Madrid, fue sancionado finalmente con el cierre parcial de la grada de animación en el partido que disputó el conjunto colchonero contra el Leganés en su estadio. Con ese castigo parecía que era suficiente, pero el propio club decidió castigar a los socios abonados de la grada de animación sin poder viajar cinco partidos fuera de casa.
El comunicado que lanzó el club en su página web recogía el siguiente mensaje «El Atlético de Madrid ha tomado la decisión de no vender entradas en zona visitante a ningún socio abonado de la Grada de Animación en los próximos 5 partidos que el primer equipo disputará a domicilio contra el Betis (27 de octubre), Unió Esportiva Vic (31 de octubre), PSG (6 de noviembre), Mallorca (10 de noviembre) y Sparta de Praga (26 de noviembre)».
Desde la propia directiva aseguraron que eran conscientes de que ese castigo era injusto para la mayoría de aficionados que están ubicados en esa grada. Sin embargo, no se dieron cuenta de que también perjudicaban a personas que ya tenían billetes de avión, tren e incluso alojamientos para los desplazamientos citados anteriormente.
Tras el partido de Praga, enfrentamiento en el que los rojiblancos lograron una victoria contundente (0-6), esa sanción llega a su fin. Miles de aficionados podrán volver a seguir a su equipo allá donde juegue. El próximo partido fuera de casa que disputan los rojiblancos es en Valladolid el próximo sábado 30 de noviembre, lugar al que acudirán centenares de hinchas que ya no están sometidos al castigo impuesto por la directiva de su equipo.