14 mayo, 2024

CRÓNICA. Un Ángel caído del cielo en el Villamarín

CRÓNICA. El Atleti despide La Liga con una victoria ante el Betis en un día en donde Ángel Correa saltó desde el banquillo para decantar la balanza.

Correa llegó al Villamarín como el ‘Ángel’ de la guarda del Atlético para decantar la victoria. Nada más saltar al campo hizo el primer gol y asistió a Morata en el segundo. Un partido en el que Correa mostró lo que es el Atleti: garra, coraje y corazón.


Inicio arrollador del Atlético en el Villamarín. La decisión era clara, presión alta y en busca de encarrilar el encuentro desde el principio. Las bandas iban a ser clave y Herrera el conductor del equipo. Estaba siendo mejor el Atleti y buscaba llegar a la meta de Joel, pero no encontraba peligro. La opción más clara llegó por medio de Joao Félix, quien se sacó un centro preciso de la chistera y que Morata remató al fondo de la red. Cabezazo perfecto pero el banderín del línea se iba al cielo de Sevilla. La jugada quedaba invalidada por fuera de juego y las tornas del partido cambiaron. El Betis se hizo con la posesión del esférico y el Atleti perdía el control del encuentro. Estaban mejor los verdiblancos que pudieron adelantarse en el marcador. El Betis aprovechó la pasividad defensiva de Joao Félix para que Canales colgase un balón preciso al corazón del área. Feddal remató un balón perfecto que repelió la cruceta.

El cuadro local aprovechaba la inercia de su estadio en busca del primer gol del partido. Tenía la posesión del esférico mientras el Atleti se defendía de forma segura. Oblak no recibía peligro pero la sensación de incapacidad parecía evidente. La ausencia de Koke en el once del Atleti se notaba y mucho. Pasada la media hora de juego y con el Betis volcado, Morata echó a correr. Balón en largo que le dejó solo hasta llegar a Joel. El madrileño, solo, vio caer a Joel que se rehízo y consiguió desviar el tiro de Morata. Fallaba lo infallable el delantero madrileño, quien no miró en ningún momento al guardameta bético. En un mano a mano en el que Simeone nada puede hacer, perdía la oportunidad el Atleti de ponerse por delante en el marcador. Tras esta ocasión se igualaron las fuerzas y el Atleti mostró acercamientos sin remates a portería tras el asedio local. Con Joao protestando el encuentro se marchó al tiempo de descanso y el portugués amonestado.

Volvía a rodar el esférico en el Villamarín. El partido continuaba trabado, sin ocasiones claras de gol y con el Betis dominando la posesión del balón. Tras diez minutos de juego el Cholo decidió mover la primera ficha. Se marchó Lemar, que un día más no volvió a hacer nada, y entró un Ángel caído del cielo. Robó el balón, dribló a Joel y Correa hacía el gol. Intensidad, ganas y huevos. Eso es lo que puso Correa en el campo para adelantar al Atlético en el marcador. Cosas de Correa, cosas de Diego Pablo. El cambio revolucionó al Atlético y se ponía por delante en el luminoso. El gol cambió la dinámica del encuentro con un Atlético mejor, cuando Rubi decidió meter a Diego Laínez en el conjunto verdiblanco. Buscaban así los locales cambiar la dinámica de un partido en el que el Atlético quería encontrar el gol.

La tuvo Morata en un balón a la espalda de la defensa. Pero, una vez más, el madrileño se encontraba en posición antirreglamentaria. Ya pasado el ecuador del partido el Betis iba a echar el resto, mientras el Atlético buscaba asegurar los tres puntos. Achuchaba el Betis y Bartra tuvo la más peligrosa. Un gol ponía el empate y el bético probó desde la distancia con un disparo que se fue rozando la cruceta. Y justo después Canales, tras un balón al área, mandó un zurdazo que repelió la base del poste. Era el momento del Betis y lo sabían, mientras el Atlético buscaba asegurar en defensa la victoria. Pero ahí apareció Correa, cual Ángel caído del cielo. Y es que el argentino es diferente. Recibió de Trippier y con templanza miró al área, amagó y puso un centro perfecto. Morata, de espuela, remató por debajo de las piernas del defensor y batió a Joel. El Atlético hacía el segundo y se acercaba a la victoria. Tras el gol el Cholo decidió dar paso a Marcos Llorente para dar fuerza al medio campo y se retiró un espeso Joao Félix. No apareció el portugués en el partido. En el descuento, tras un barullo en el área, Bartra hizo el 1-2 y ponía emoción al partido. Se fue al VAR el colegiado ante la insistencia de los rojiblancos por una posible mano de un jugador bético. Y así era, Álex Moreno tocó el esférico con la mano y lo dejó muerto en el área. Cualquier mano en el área de un atacante debe ser señalada, y tras casi un minuto en el VAR el colegiado señaló gol.

Pero sin tiempo para más, el Atlético de Madrid conseguía tres puntos cruciales antes del parón. Ángel Correa, un hombre diferente, decantó el partido y se hizo como Ángel del Atlético. Las navidades llegan al Atlético en puestos de Champions.

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