Ángel Correa para servirles, una vez más

El Atleti consiguió vencer al Espanyol por tres goles a uno en un día en donde Ángel Correa volvió a demostrar que es un jugador diferente. Morata y Koke hicieron el resto de los goles

El Atlético de Madrid vio como Ángel Correa sirvió al Metropolitano otra exhibición. El ángel argentino que todos querían fuera volvió a demostrar que es un jugador diferente. Partió de inicio y es que su nivel le hace ser el mejor del equipo. Junto a Vitolo estaban siendo dos puñales en el inicio del encuentro. Lo intentó el canario por partida doble en los primeros diez minutos desde la izquierda sin encontrar rematador. Pero la más clara la iba a tener Morata desde los pies del propio Vitolo. Robó el canario en el centro del área y buscó al madrileño en la espalda de la defensa. Balón perfecto para un mano a mano en el que Morata no consiguió enviar el balón al fondo de la red. Remató fuera el español en una primera mitad bastante buena.

Era mejor el Atleti pero como viene siendo habitual, no conseguía abrir el marcador. Y quien sí aprovechó su oportunidad fue Darder desde la frontal. Robó el conjunto perico y desde la frontal batió a Oblak para volver a traer la duda sobre el Metropolitano. Ahí aparecieron los iluminados de siempre para silbar al equipo, pero los de verdad cantaron más fuerte que nunca. Y ese aliento se notó sobre el verde. El Atleti continuó en la búsqueda de su gol que encontró justo antes del descanso. Desde la izquierda llegó Morata que puso el balón al área donde Correa, entre tres defensas, saltó para enviar el esférico al fondo de la red. Levantó el banderín el colegiado señalando fuera de juego. Nos íbamos al VAR, el gol parecía legal y finalmente, justo antes del pitido final, el señor colegiado dijo que era gol. El Atlético conseguía el empate justo antes del descanso.

En el segundo tiempo el Atlético salió en tromba en busca de la remontada. Y lo pudo hacer desde los once metros si el señor Gil Manzano hubiera decidido señalar penalti. Felipe fue derribado en el área con un manotazo sobre su cara pero el colegiado prefirió señalar falta en ataque. Cosas de colegiados. Cosas de Gil Manzano. Pero no iba a desistir un Atleti que era mucho mejor que el Espanyol. Pero con más de media hora por delante igual que en la primera mitad, Morata lanzó la carrera. Recibió el balón y con la derecha batió a Diego López para hacer el tanto de la remontada. Explotó el Metropolitano y es que el Atlético recibió lo que merecía. Se ponía por delante el conjunto de Simeone. Justo después Saúl vio la amarilla que le hará perderse el duelo ante el Granada. Pero el Atleti continuaba a lo suyo por medio de un Ángel Correa tocado por una varita. Era el mejor del equipo y lo demostraba en cada balón que tocaba el argentino.

El Atlético no conseguía cerrar el partido a falta de poco menos de veinte minutos para el final. Todo parecía encarrilado, pero no era nada fácil. El Espanyol iba a morir con las botas puestas y así lo demostró. El Cholo decidió dar minutos a Costa en lugar de Correa, quien se fue ovacionado. Y el propio Costa fue el artífice de la sentencia. Y es que un balón le cayó en el lateral derecho, esperó el momento justo para poner el balón al punto de penalti. Ahí apareció Koke quien, tras dejarla pasar Herrera, remató al fondo de la red. Hizo la sentencia un capitán que se llevaba el dedo a la boca dedicando el tanto a su hijo. Un gol que daba la tranquilidad y tres puntos al conjunto de Simeone antes del parón internacional.