El Atleti derrota por fin al Girona y mete presión al Barça

Se medían Atlético de Madrid y Girona en un partido con más de un mensaje de por medio. El primero claro, en blanco sobre rojo: ÁNIMO BORJA. Los once titulares del atlético lucieron camiseta homenajeando a Borja Garcés tras su lesión traumática en la rodilla derecha y su paso por quirófano, coincidiendo con el encuentro. El segundo de los mensajes más claro aún, sobre todo cuando comenzó el partido y se hizo el silencio en las gradas del Metropolitano.

Protesta del fondo sur

El frente atlético cumpliendo con la huelga programada durante los últimos días previos al encuentro, no entró al campo hasta el minuto 12, y no animó hasta la segunda mitad. La protesta iba dirigida hacia los jugadores, y también al club. Los primeros porque no tuvieron ni un solo gesto de agradecimiento a la afición desplazada hasta Turín. Los segundos por su pasividad su maltrato continuo durante meses, incluso años, a los que viajan a animar a su equipo allá donde juegue. A esto se sumó una pobre entrada al estadio debido al horario para un partido entresemana, lo cual hizo del Metropolitano, algo parecido a un coliseo de «piperos» hasta después del descanso, cuando el Frente Atlético comenzó con su habitual animación.

El Atleti, quizás contagiado del ambiente más propio de Chamartín, salió dormido durante los primeros 3 minutos y Oblak tuvo que salvar un remate de cabeza de Doumbia que pudo suponer el 1-0. No fue hasta instantes antes de que el fondo sur se volviera a llenar, cuando el Atleti tuvo la primera ocasión. Gran jugada colectiva de todo el equipo que acabó con un remate de Griezmann a pase de Arias, que Iraizoz atrapó sin problemas. Thomas lo intentó desde fuera del área, pero sus dos golpeos corrieron la misma suerte, se marcharon arriba. Morata también tuvo su ocasión en una jugada donde faltó la definición, tras un gran control y mejor recorte.

Y llegó la polémica, tras un centro por banda izquierda. Falta sobre Álvaro Morata, el centro lo puso Koke y el balón que estuvo a punto de convertirse en gol tras impactar en la mano de Doumbia. El árbitro tras consultar mediante el pinganillo la jugada, decidió no pitar penalti.

De nuevo el Atleti lo intentaba por medio de disparos lejanos, esta vez fue Koke quién remató al larguero. El disparo desde más de 20 metros, estuvo a punto de superar el golazo de Thomas hace tan solo unos días, donde la grada de Mendizorroza se levantó para aplaudir. Morata tras un pase en largo de Giménez, lo volvió a intentar con un remate acrobático. El delantero canterano remató el balón en el aire y en carrera con el interior del pie derecho. Ya solo quedó tiempo para una delicatesen de Saúl que intentó superar a su par con una lambretta espectacular.

El otro mensaje

Comenzó la segunda mitad del encuentro y el fondo sur volvió de nuevo a entonar los habituales cánticos. El estadio que iba entrando en calor, animaba al equipo, y los jugadores sin embargo no respondían. El mensaje es claro, y conciso, frente y afición, Atleti campeón. El partido se volvió muy denso, trabado, pesado, poco fluido. El cholo movió banquillo para dar entrada a Correa y Vitolo en lugar de Thomas y Filipe Luis para dar mayor verticalidad al equipo. Morata volvió a tener otra clara ocasión con un centro que a punto estuvo de llegarle a su testa, para rematar a portería vacía el esférico y salir glorioso del estadio.

Ya en el minuto 75 el VAR hizo justicia para darle al Atleti lo que el árbitro le quitó. El colegiado anuló un gol después de que Griezmann peleara un balón suelto en el área que Iraizoz no atinó a despejar, y Godín rematara a puerta vacía. Tras la consulta se dio validez al gol de Diego Godín para poner el 1-0 en el marcador.

Griezmann tuvo el segundo, pero falló un mano a mano clarísimo. Koke le dejó solo ante Iraizoz, pero el francés no acertó a levantar el balón para batir al guardameta vasco del Girona. Griezmann no quiso firmar su octavo partido consecutivo sin hacer gol, y se sumó a la fiesta. Con el Girona volcado, Saúl montó una contra en la que Vitolo asistió a Griezmann para que, de vaselina, pusiera el 2-0.  El Atleti suma 3 puntos más en la persecución sobre el Barça, por una liga que aún, al menos matemáticamente, no está perdida.