13 mayo, 2024

Contracrónica: «El VAR son los padres…»

Bastó una llamada de Florentino Pérez al presidente de la Federación para que, a partir de entonces, la maquinaria arbitral comenzara a trabajar para conseguir el más difícil todavía: transformar la realidad televisada en directo en algo interpretable.

Cuando a Vinicius no le pitaron aquel penalti que le hizo Rulli hace alrededor de un mes, yo sinceramente no me imaginaba que aquello iba a significar el inicio del fin del VAR tal y como nos lo presentaron en este último Mundial, para convertirse en algo teledirigido al servicio de los mismos de siempre. Bastó una llamada de Florentino Pérez al presidente de la Federación para que, a partir de entonces, la maquinaria arbitral comenzara a trabajar para conseguir el más difícil todavía: transformar la realidad televisada en directo en algo interpretable. Algo que puede ser o no ser, según salga el sol, cómo me haya levantado hoy o el ascendiente zodiacal que posea. Desde ese momento encontraron la excusa perfecta para no hacer lo que nunca han querido hacer: rectificar a un compañero, en virtud de eso tan habitual y tan nuestro como el corporativismo chusco mal entendido. Todo ello con un propósito muy claro: cargarse aquello que puede echar abajo el chiringuito. Su chiringuito. El VAR, que tan buen resultado dio en el último Mundial y que, hasta la fecha, salvo contadas excepciones, había contribuido a hacer de la excelentísima Liga Santander un lugar mucho más justo.

De repente, como en la película «Polar Express», el cascabel dejó de sonar y de golpe dejamos de creer en Papá Noel y en los Reyes Magos. De repente, nos dimos cuenta de que aquella ilusión no era más que eso. Una ilusión, aunque algunos queramos aún mantenerla varias décadas después. De repente, durante la tarde de un 9 de febrero de 2019, fuimos los protagonistas de otra película, un clásico del cine, llamado «Luz de Gas», en el que el argumento habla de un hombre que intenta convencer a su mujer de que está loca, manipulando pequeños objetos de su entorno e insistiendo constantemente en que ella está equivocada o que está padeciendo lagunas de memoria cada vez que ella menciona estos cambios. Una manipulación del sentido de la realidad en toda regla. Eso mismo es lo que vivimos ayer en el Metropolitano, intentar manipular nuestro sentido de la realidad, manipular lo que en realidad vimos: que Giménez le hizo falta a Vinicius fuera del área, que Morata consiguió un espectacular gol en posición correcta y que poco después le hicieron un penalti de libro. Sin hablar del córner que se tuvo que repetir por capricho del árbitro (ya que se había lanzado sin peligro) y que significó el primer gol. Todo ello a pesar de que el Atleti, efectivamente no hizo un buen partido, que hay jugadores un un pésimo estado de forma, que se ha perdido personalidad y contundencia y que estamos echando de menos el colmillo de Gabi y la baja de Koke. Eso también es una realidad que no hay que esconder. Una realidad que, en condiciones (quiméricas) de justicia arbitral normales, no habría llevado a perder el partido en cualquier caso.

Luego están los notarios de la verdad absoluta que pretenden sentar cátedra de vida sobre los pobres infelices que decimos que lo de ayer fue una estafa en toda regla, permitiéndose el lujo dar lecciones de grandeza y de llamar llorica al que denuncia que le han robado la cartera. Carteristas del mundo, tienen ustedes en esta persona a una bicoca. En su inmensa grandeza esta persona nunca les va a denunciar. Los que somos mediocres continuaremos denunciándoles. Aunque no sirva de nada.

1 pensamiento sobre “Contracrónica: «El VAR son los padres…»

  1. Pero que nos creiamos que EL FLOREN iba a permitir quedar fuera de la liga en el mes de Enero , lo de ayer fué una manifestacion de que PARA QUE SIRVE EL VAR ,para que cobren los cuatro de que estan viendo la TV sentados y los cuatro del campo pero siempre favoreciendo a los mismos

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