28 abril, 2024

Contracrónica: «Realidad»

Gran partido y solvente victoria del Atlético de Madrid ante la Real Sociedad, tras la resaca de Dortmund y liderado por Koke y Correa.

Desde que Simeone cogió este equipo en la ruina económica y deportiva hace ya casi 7 años y poco a poco le fuese devolviendo al lugar que le correspondía por historia, tras obtener 8 títulos y meter la cabeza en dos finales de Champions, no han parado de aparecer multitud voces críticas interesadas y orquestadas desde fuera que irremediablemente han terminado por calar dentro de la opinión pública de la masa social colchonera.  El «no hagan caso a lo que nos digan fuera» o el famoso «no consuman» rápidamente se olvidan tras situaciones como las vividas en Dortmund hace unos días, obviando claramente de dónde venimos. En ese momento aparece el «no jugamos a nada» o el «Simeone tiene que ser más ofensivo» o también que «el equipo tiene jugadores para jugar a otra cosa». Lo más preocupante es que esa corriente de opinión viene en gran medida desde dentro de la propia afición del Atlético de Madrid, ignorando todo lo que ha conseguido Simeone con su manera de actuar en todo este tiempo y erigiéndonos nosotros en expertos consumados en todo lo que rodea a la plantilla y sus circunstancias.

El ejemplo más flagrante de todo ello es Koke, sacudido impunemente por todos los lados tan pronto como vienen mal dadas. Como tras lo ocurrido el miércoles, en que faltó tiempo para señalarle a él y por ende a Simeone, que lo pone una y otra vez y no lo cambia nunca. Aparecen entonces todos los que dicen que Koke sobra en este equipo por sobrevalorado, argumentando que lo único que hace partido tras partido es correr más kilómetros que nadie y que no es capaz de dar un pase de 4 metros. Anoche Koke vovió a dar a todos esos una bofetada de realidad, demostrando la clase de jugador que es y echándose el equipo a la espalda tras un varapalo como el de hace unos días. Ante la Real el Atleti jugó los mejores minutos de la temporada liderado por Koke, que movió al equipo de izquierda a derecha  y de derecha a izquierda, escoltado por Rodri detrás y por Correa delante, en constante estado de ebullición ofensiva y defensiva. Porque, efectivamente, Koke tiene momentos malos en los que falla pases y pierde balones, pero en los que en ningún caso se puede cuestionar su entrega y su insistencia para revertirlos. Como Correa, que a veces puede desesperar y elige mal, pero que siempre seguirá intentándolo, como en el primer gol, girando cayéndose sobre sí mismo para meter el balón en el corazón del área.

Hoy no escucharán a ninguno de esos vociferantes alabar a Koke ni a Correa por el gran partido que hicieron. Ni al Cholo por insistir con ellos y por ser consecuente con lo que ve de durante cada día en el Cerro del Espino. Estaban más ocupados en pitarles al escuchar las alineaciones y en aplaudir a Moyá… o a Joaquín cuando toca.

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