13 mayo, 2024

Contracrónica: «Adiós fantasmas»

Segundo partido del Atleti en la fase de grupos de la Champions y pleno de victorias para encarrilar la clasificación a octavos.

Esta vez no hubo lugar a la sorpresa. La incertidumbre provocada por el zambombazo de Danjuma para poner el empate en el marcador justo antes del descanso, se encargó de borrarla el Atleti en un gran segundo tiempo en el que fue mucho mejor que el Brujas y en el que solamente la falta de puntería mantuvo el suspense del resultado hasta el acierto final de Koke llegando al minuto 94.

Foto: Atlético De Madrid

El primer gran partido de Griezmann en la temporada sirvió para eliminar cualquier atisbo de reminiscencia en forma de Qarabag. La inspiración del francés suele ser el factor diferencial del equipo en los últimos metros, tanto para bien como para mal. Anoche se echó al equipo a la espalda y volvió a ser el que es: uno de los mejores. Le costó al Atleti volcar el partido, en cualquier caso. El experimento de jugar con un 5-3-2 durante la primera parte, con Saúl de carrilero izquierdo, provocó constantes desajustes, especialmente por esa banda. No encontró el ritmo adecuado el equipo durante esa primera mitad. Lemar lo intentaba, Diego Costa se hartaba a tirar desmarques sin que nadie le viera, Koke estaba muy impreciso y Saúl se mostraba muy incómodo pegado a la cal. Aún así, un córner lanzado por Lemar, acabó nuevamente con el balón en las botas del francés, que volvió a meter el balón en el área. Griezmann lo recogió y convirtió el primero con un toque sutil e inverosímil.

Lejos de asentarse, el Atleti siguió incómodo hasta que un gran tiro de Danjuma en el pico del área describió una perfecta parábola para colarse junto al palo izquierdo de Oblak.

La segunda parte fue otra cosa totalmente distinta. Con la vuelta al 4-4-2, los del Cholo cuajaron los mejores minutos en lo que va de temporada. Al Brujas sólo le daba para achicar balones. Era cuestión de tiempo que llegara el segundo, y llegó en el momento en que se aprovechó uno de los innumerables desmarques de Diego Costa. El de Lagarto frenó de 100 a 0 en un segundo, recortó y cedió atrás a Griezmann, que venía en carrera para poner a los rojiblancos delante en el marcador. No quedó ahí la cosa. La frenada tan extrema le dejó fuera de combate y tuvo que ser sustituido por Correa, desesperante de cara a portería, aunque elogiado por Simeone en rueda de prensa. Poco después entraría Rodri para terminar de apuntalar bien la zona media. Los cuatro minutos de añadido sirvieron para hacer finalmente el tercero y firmar la segunda victoria en el segundo partido de la fase de grupos de la Champions. Hace un año solamente un punto. Hoy seis. Los fantasmas del Qarabag ya no son más que un amargo recuerdo.

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