Contracrónica: «Con buen pie»

287 días después, el Atleti volvía a la Champions League acuciado por las dudas y las urgencias provocadas por los recientes pinchazos en Vigo y en el Metropolitano ante el Eibar. Lo hacía con Simeone en la grada cumpliendo su último partido de sanción por la expulsión en el Emirates la temporada pasada y lo hacía sobre un terreno de juego más propio de un sembrado de patatas que de un campo de fútbol.

Se trataba del partido más importante de la fase de grupos. El que condiciona todos los demás, teniendo en cuenta el antecedente del Olímpico de Roma hace un año. Allí, el sinfín de ocasiones desperdiciadas y la sensación de haber perdido dos puntos en lo que debería haber sido una victoria cómoda supuso un lastre que se fue haciendo más pesado con la subsiguiente visita del Chelsea y terminó por aplastar las opciones de pasar a octavos después de los dos enfrentamientos contra el Qarabag.

Encaró muy bien el partido el Atleti durante los primeros minutos. Presión en campo rival, líneas adelantadas y convencimiento en ir a por el partido. Ya a los 40 segundos se le anuló un gol a Godín por una presunta falta de Giménez que solamente vio el árbitro.

Todo ese inicio prometedor se fue al traste durante los minutos que siguieron al desaguisado formado al alimón entre Saúl y Correa, empeñados en controles imposibles hacia el corazón del área propia en lugar de emplearse con contundencia. Los regalos los agradecieron Falcao y Grandsir para terminar de adelantar al Mónaco en el marcador. Durante los 10 minutos posteriores volvió a repetirse la fragilidad mostrada ante el Rayo, Celta y Eibar. Tanto que Oblak tuvo que emplearse a fondo para despejar junto al poste un tiro raso y envenenadísimo del propio Grandsir. El susto nos duró lo que tardaron en asociarse Griezmann y Diego Costa por primera vez en lo que va de temporada. Koke se fue engrandeciendo con el paso de los minutos y, junto con Rodri, se adueñó del medio campo. Mención aparte merece Giménez. El comandante, remató de manera espectacular un gran lanzamiento de córner del propio Koke, saltando por encima de Falcao y poniendo por delante a los del Cholo justo antes del descanso. Además se multiplicó en los balones aéreos en defensa cuando los monegascos achucharon en los minutos finales del partido, bombeando un balón tras otro. Simeone es el que más sabe de esto, pero da la impresión de que en este momento está por encima de Savic defensivamente y es mucho mejor alternativa en ataque para las jugadas de estrategia.

En resumen, victoria fundamental para nadar a favor de corriente en esta fase de grupo, justo antes de la visita del, en teoría, rival más débil del grupo. Victoria que tiene que servir también para alejar fantasmas en Liga y comenzar a construir la solidez que hasta ahora estábamos echando de menos. Los que estaban ya afilando los cuchillos para ajustar cuentas con Simeone y los suyos tendrán que seguir esperando.