12 mayo, 2024

Contracrónica: «Orgullosos de no ser como vosotros…»

El canterano Borja Garcés salva de la derrota a un Atlético de Madrid, que pudo ganar por goleada y terminó estrellándose contra Dmitrovic y su propia ansiedad.

Hace apenas unos meses, en el último partido de la pasada Liga, también contra el Eibar, lo primero que dijo Fernando Torres en su despedida fue que en los malos momentos nos acordáramos de lo felices que éramos en ese instante. Acabábamos de ganar la Europa League de manera brillante, él se había despedido de la mejor manera que un futbolista podría despedirse y, si Griezmann decidía quedarse (cosa que así fue), el futuro no podía pintar mejor.

Hoy, después de salvar un punto in extremis ante el mismo rival de entonces, con 5 puntos de 12 posibles y con los ecos de la Supercopa ganada al Madrid en agosto ya olvidados, el personal también ha decidido olvidarse también de aquellas palabras de Torres. Lamentablemente, tampoco me sorprende mucho… en el fútbol la memoria siempre es frágil. Máxime cuando las cosas no van bien.

Foto: Atlético De Madrid

No voy a negar que hay jugadores muy lejos de su mejor momento. Que Simeone podría haber cambiado a Koke y no a Rodri. Que el equipo está físicamente tieso a día de hoy. Todo lo que ustedes quieran, pero si este mismo partido se juega 500 veces, el Atleti lo gana 499. No es normal que de la pléyade de ocasiones que hemos presenciado, solamente se haya conseguido transformar una en el minuto 94. Por mérito de Dmitrovic, que sin duda ha hecho el partido de su vida, o por falta de pericia en la definición. Hoy la pelota no quería entrar, y la ansiedad hizo el resto. La de los jugadores y la del público, que con el transcurrir de los minutos fue acrecentando su particular runrun, que terminó de estallar en pitos en el cambio de Rodri por Borja Garcés en un claro intento de ir a ganar el partido a la desesperada.

Y así un chaval de la cantera de solamente 19 años, en el día en que debutaba con su equipo en el Metropolitano, entraba entre una histeria generalizada contra Simeone. Sí, han leído bien: contra Simeone. Histeria que se terminó de desatar cuando el Eibar marcó a 3 minutos del 90. Muchísima gente desfilando hacia la salida e incluso algún pañuelo. Solamente puedo decir, que aquellos que salieron huyendo, ojalá no vuelvan. Porque se podrá estar mejor o peor. Más o menos afortunado, pero este equipo siempre se deja la última gota de sangre. Exigencia, sí. Al Atleti hay que exigirle siempre, como había que exigirle en los años malos (empezando por los del palco) y nadie hacía. Ojalá no vuelvan todos aquellos que ayer salieron corriendo y son los primeros en consumir todo lo que dicen no consumir. La pena es que terminarán volviendo cuando haya que gritar aquello de «orgullosos de no ser como vosotros» en una semifinal de Champions.

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