28 abril, 2024

Contracrónica: «Identidad»

CONTRACRÓNICA. Pésimo partido del Atleti en Balaídos ante el Celta, que no solo se lleva los 3 puntos, sino que pudo haber goleado a los de Simeone.

Hace justo 7 días, desde estas líneas se advertía del peligro que podía significar esta corriente de optimismo desmedido en torno al equipo y a su futuro en la temporada después de un verano plagado de buenas noticias, incluyendo la victoria en la Supercopa ante el eterno rival. Una vez finalizado el partido ante el Rayo, Simeone pareció advertirlo al lanzar su aviso para navegantes: «No escuchen lo que nos dicen de fuera…». Pues bien, hoy ha venido el batacazo en forma de dosis de realidad. La misma que dice que cuando no haces lo que sabes y sales a verlas venir, cualquiera te puede pintar la cara. El Rayo Vallecano estuvo a punto de hacerlo. Hoy el Celta, que es mucho mejor equipo, lo ha hecho en una segunda parte que tiene que servir como ejemplo de todo lo que no hay que hacer en un terreno de juego.

Foto: La Liga

Y es que al descanso, el partido estaba donde quería el Atleti. Sin hacer un gran partido, controlaba el ritmo del mismo e incluso al final de la primera parte pudo adelantarse en el marcador. Parecía que estaba esperando su oportunidad para asestar su zarpazo y llevarse los tres puntos. Una película que ya habíamos visto muchas veces antes y que parecía que iba a tener su desenlace definitivo en la segunda mitad. Tanto Simeone como sus chicos debieron verlo igual y cuando quisieron despertar de su exceso de confianza tras el descanso ya llevaban dos goles en contra, estaban jugando con diez y solamente el VAR evitó un tercer gol. El Atleti quiso echarse arriba a la desesperada, pero no encontró la manera de inquietar a un Celta que acechaba cada vez que salía a la contra. Tampoco estuvo fino Simeone en los cambios. Savic, con una tarjeta, tenía que haber sido el que dejara su puesto a Arias, que en los minutos que estuvo, hizo las cosas mucho mejor que el montenegrino. Kalinic lo intentó y le hicieron un penalti que ni el VAR ni Mateu quisieron ver, y Lemar no aportó gran cosa.

En resumen, empanada mental de todos, incluyendo a Simeone, que en rueda de prensa advirtió que este partido había sido un serio toque de atención. Para él principalmente. Eso precisamente ha sido lo único positivo de este partido. La certeza de que sin tensión competitiva no se va a ningún lado, por mucho que los demás te digan que tienes un superequipo, y que estamos en la tercera jornada. La autocrítica ya está hecha. Cero dramas, que esto ya lo hemos vivido en temporadas anteriores. Ahora solamente queda recuperar la identidad como equipo. La propia, no la que los demás quieran.

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