Torres, junto a los tres capitanes, coronó Neptuno

El fin de fiestas llegaba al epicentro de Madrid en la tarde del viernes cuando los tres capitanes: Gabi, Godín y Koke se dirigieron a coronar Neptuno. Pero no iban a estar solos, también quisieron contar con la presencia de un capitán sin brazalete, con la presencia de Fernando José Torres Sanz. El Niño de todos se subió al estrado junto a los capitanes y vistió al dios Neptuno de rojiblanco. La emoción se palpaba en los ojos de un niño que había hecho su sueño realidad. Había podido ser campeón con su equipo y disfrutar de su dios como cualquier rojiblanco más.

Una coronación donde Gabi colocó a la espalda una bandera colchonera, Torres le colocó en su brazo derecho una bufanda y con los brazos en alto, estuvieron escoltados por Godín y Koke que portaron dos bombas de humo de color, uno rojo y otro rojiblanco. Una estampa que quedará para la historia de los atléticos y que será por siempre recordada. Era una celebración de atléticos con atléticos. De cuatro jugadores que sienten y quieren al Atlético de Madrid como los miles de aficionados presentes en Neptuno. Un día para la historia del club.

El beso de un niño

Uno de los momentos más emotivos llegó cuando Fernando, en el último momento, agachó su cabeza y besó a Neptuno. Fue el beso de un niño que cumplía un sueño. Un beso de un niño que nunca se rindió. Y en el fondo, fue el beso que todos los atléticos estaban esperando. Un beso que cualquiera en su posición le hubiera dado. Y es que, nadie entenderá lo que significa para Torres alzar un título con su Atleti. Igual que nadie entenderá lo que significa para los atléticos ver a su Niño alzar un trofeo al cielo de Madrid.