Siesta con mal despertar
Las horas de siesta iban a copar el Metropolitano en el Día de la Madre y en el que los aficionados colchoneros pudieron celebrar, una vez más, el pase a la final de Lyon. Un encuentro que tuvo de todo, desde lesiones hasta la vuelta de Filipe Luis pasando por el debut de un nuevo canterano.
El Atlético de Madrid iba salir al Metropolitano con línea de cinco jugando con tres centrales y dos carrileros. La principal noticia era la vuelta al once de Filipe Luís que se situaba en el carril izquierdo. Un nuevo sistema para un partido descafeinado por su poca importancia para la tabla clasificatoria. Eso contagiaba a la grada, se olía más siesta que fútbol. La borrachera del jueves perduraba en los aficionados locales. El encuentro empezaba y no dejaba indiferente a nadie por el simple hecho de que no pasaba nada. Primeros quince minutos de tanteo total entre los dos conjuntos que estaban sobre el terreno de juego. Más posesión para los visitante que se protegían con la pelota y los de Diego Pablo Simeone replegaban y poco más. Nada de intensidad en el juego ni acercamientos. Todo muy aburrido. Pasado el ecuador de la primera mitad llegaba la primera ocasión del Atlético de Madrid con una buena salida del club rojiblanco que finalizaba Vitolo con un buen disparo que se marchaba muy cerca del palo derecho de la portería de Pau. En la misma jugada pedía el cambio el canario al sentir molestias en su muslo. Debutaba Arona Sane que entraba a sustituir a Vitolo. Poco después de todo lo sucedido llegaba el primer tiro y ocasión para el Espanyol con un gran tiro raso al palo corto de Gérard Moreno, disparo que paraba Oblak de manera espectacular y después se estrellaba el esférico en el palo. Tremenda parada del esloveno. Después de estos diez minutos de locura bajaba de nuevo el ritmo y regresaba el tiempo de siesta al Metropolitano. Un remate de cabeza de Giménez en un córner que se marchaba alto por encima del larguero, mientras que el Espanyol tenía una gran contra en la que finalizaba Leo Baptistao fácil para Jan Oblak. Ya no iba pasar nada más en el encuentro. Todo muy pausado, muy aburrido y muy lineal.
La segunda mitad fue la misma tónica que la primera pero con un Espanyol que se fue en busca del gol y así lo consiguió. A los cinco minutos Saúl tuvo la primera de los segundos cuarenta y cinco minutos pero el gol llegó de la cabeza de Savic, quien se introdujo el esférico en propia meta. Un disparo desde la frontal de Melendo, entre los tres palos, parecía fácil para Oblak pero el central se lo introdujo en propia meta. Respondía Gameiro sin peligro y el Atlético, pese al gol, no mejoraba en un encuentro insulso y sin apenas interés. Con la entrada de Saúl en el descanso en lugar de Koke, el Cholo agotaba los cambios con media hora por delante al dar paso a Gabi y retirar a un increíble Filipe Luis. Oblak salvaba de nuevo los muebles tras un error atrás de Savic, pero no pudo evitar el segundo tanto perico. Leo Baptistao la pegó desde la frontal y batió al esloveno por bajo. Ponía el definitivo 0-2 que no se movería hasta el final del encuentro. Un encuentro que apenas contó con oportunidades claras de gol.
Un partido trámite después del billete a la final de Lyon y en el que el Cholo probó una defensa de cinco y vio debutar a Arona Sané. Por lo demás, esperar que la lesión de Vitolo no sea nada y que el Atlético se recupere de la mejor forma posible de cara a la visita al Getafe. La segunda plaza puede peligrar.
