13 mayo, 2024

La Pizarra de Simeone: “El Superviviente”

Noqueado. Palpando casi la primera derrota en cinco años si nos referimos a la disciplina liguera. Con tres cuartos de equipo a medio gas y Lucas Vázquez metiendo el turbo. Parecía que la racha de imbatibilidad llegaba a su fin con ese gol del depredador por excelencia, tanto centro concedido parecía exponernos a eso… Estaban a un punto, otra vez se aparecía el fantasma de siempre… Pero no se rinde. Un atlético nunca se rinde. Y si uno no lo hace, imagínense once. O doce. Tranquilos, muchachos. Siguen a cuatro.

FOTO: LaLiga
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Ir al Bernabéu siempre es especial. Es una sensación distinta a la que se vivía hace diez años, pero es especial. Ahora se viaja en el bus camino de la cancha del eterno rival con la idea de no perder bajo ningún concepto. Para prolongar el desasosiego madridista una temporada más, Simeone plantó sobre Chamartín lo mejor que tenemos. Sorprendió quizás lo de Vitolo, ocupando el sitio de Correa. Ante los grandes entre los grandes, el Cholo siempre plantea exactamente igual los inicios de partido, y rara, rarísima vez, le sale mal. Aguantar el arreón de los primeros 20 minutos es absolutamente clave; con una presión inicial asfixiante y un repliegue masivo por acumulación a partir de ahí, el Atlético de Madrid se hizo fuerte tras finalizar esta etapa del partido. El Madrid necesitó de sus laterales, como de costumbre, para crear peligro. El juego aéreo para defender centros laterales ha pasado de ser una fortaleza a una debilidad en los últimos años, y ahí Marcelo, Lucas Vázquez y Carvajal aprovecharon la posición de Lucas y Juanfran en los ataques blancos. Me gustaría destacar, ya que no lo van a ver tanto, el partidazo descomunal de Stefan Savic. El montenegrino es el jugador del campeonato que más tiros bloquea por partido, rondando los 3 por partido. Hoy, en seis minutos de juego, ya igualó su promedio, y acabó el encuentro con 5. Además, fue el defensa rojiblanco con menos despejes, que, sumado a la estadística anterior, indica que nadie más que él en la zaga intentó más veces bajar el balón al suelo. Bajarlo para que Thomas, necesarísimo hoy para el planteamiento del partido, iniciase los contragolpes. En uno de ellos, de hecho, el árbitro (y mira que no me gusta meter a la figura del colegiado en estas entradas), pitó un fuera de juego en una contra que dejaba solo a Vitolo… Estando en su campo. Me voy a callar, sigamos con el fútbol. Koke y Saúl fueron muy irregulares, pero también imprescindibles. Sin sus breves momentos de lucidez, el equipo no hubiese podido respirar. Diego Costa tampoco mojó esta tarde, si bien realizó una tarea tremenda en el juego de espaldas y abriendo espacios, al igual que contra el Sporting CP el pasado jueves.

Y, luego, lo del 7. Querido y odiado a partes iguales en su cómputo global, como futbolista es muy difícil echarle algo en cara. En algún partido se esconde, pero cuando no lo hace (hoy), marca la diferencia. Hay un hombre en España que lo hace todo, y ese es Antoine Griezmann. Robó, interceptó, condujo, distribuyó, creó y definió. Inspirado es de los mejores del mundo en su posición. Y el mejor que un club como el Atleti puede permitirse. Al igual que a Oblak, pero como cada semana, insisto, es repetirse. Seis paradas, un despeje de puños y dos atajadas. Interprétenlo como quieran.

Este equipo no sabe lo que es el derrotismo. No dan nada por perdido. Allá donde no llegan las piernas, lo hace el corazón. Créanme cuando les digo que lo mejor está por llegar. Se está gestando algo grande, ya sea por la mentalidad, por el equipo o por el saber vivir en comunidad, cada cual con cada uno de sus compañeros. Hoy no se dominó en absoluto el juego aéreo, la segunda jugada era madridista, y el balón, evidentemente, también. ¿Y? ¿Solucionó eso el empate? No. El Club Atlético de Madrid es mucho más que un equipo de fútbol. Es una forma de vida. Aúpa Atleti.

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