13 mayo, 2024

La Pizarra de Simeone: “Déjà-vu”

Cuando parecía que las aguas volvían a su cauce, se desata la tormenta. Cuando parecía que lo de Castellón había sido un accidente muy puntual, el Atleti se da de bruces con la cruda realidad. Que no engañe el resultado, el unocerismo es objeto de culto para todo aquel atlético de bien; la agonía, el sufrimiento y las ganas de escuchar el pitido final para irse a la cama con los tres puntos está por encima de cualquier cosa, pero justo por detrás de la satisfacción de la victoria, del “qué”, está el “cómo”, y hoy los errores individuales y la falta de concentración impidieron al equipo dejar el partido sentenciado antes de la última jugada del partido, al menos.

FOTO: AtléticodeMadrid
FOTO: AtléticodeMadrid

No está mal decir, antes de cargar fuertemente contra algunos individuos que seguro, tuvieron simplemente un mal día, que la enfermería del Atlético de Madrid no da abasto. Sime Vrsaljko, Juanfran Torres, José María Giménez, Filipe Luís… Además de las ausencias por tarjetas de Vitolo y Griezmann y las aún notorias bajas de Carrasco y Gaitán, al menos a nivel de fondo de armario. Fuera de eso, apenas las actuaciones de Godín, Lucas, Thomas, Gabi y quizás Gameiro (por el gol, más que nada) fueron salvables. Bueno, y la de Oblak, pero eso se presupone, siempre. Para empezar, Carlos Isaac, que hoy debutó con el primer equipo, estaba más perdido que el barco del arroz. Se creía que estaba jugando de interior (?). No es que estuviese mal técnicamente para ser desbordado una y otra vez, simplemente llegaba tarde a su sitio, y eso con los mayores se acaba pagando caro, sobre todo cuando tu marca es Adrián López, tan frío como indetectable. Stefan Savic volvió a pisar el Metropolitano dos meses después, y seguro que preferiría no haberlo hecho hoy. Un error suyo casi le cuesta al equipo un gol en contra, y, aunque menos grave, también perdió la marca en un balón parado en el que si su hombre hubiese estirado la cabeza, podría haber perforado perfectamente la red de Oblak. Koke y Saúl no es que hiciesen un mal partido, en absoluto, simplemente no brillaron. Simeone adoptó muchas veces esquemas distintos: además del sempiterno 4-4-2, planteó fases del partido en ataque con 4-3-1-2 (Koke de enganche) y 4-2-3-1 (Koke de enganche también), y claro, Saúl y el vallecano fueron los más perjudicados en esas permutas. Y Correa… Mejor no hablar. Hoy no tuvo el día. 12 pérdidas de balón desde luego que no hablan muy bien del genio argentino, que seguro tratará de mejorar de cara a los dos importantísimos partidos de la semana que viene. Costa y Torres, dos ceros a la izquierda. Entraron para terminar de rematar el partido, y el resultado siguió siendo de un gol a cero.

Desde luego que lo acontecido hoy en esta vuelta del parón se tiene que quedar en una anécdota pesada, aunque esa sensación de volver a las últimas semanas antes de la incorporación de Costa al equipo da escalofríos muy tangibles que hacen recordar un tramo muy oscuro de la “Era Simeone”. De todas formas, la seguridad en defensa, con un Lucas providencial y un Godín muy sólido, sumados a un doble pivote magistral (sorprendente partido de Gabi) y un acierto desde los once metros por parte de Gameiro dan los tres puntos y otra portería a cero que le sirve al Atleti para situarse exactamente donde estaba hace dos años a estas alturas de la temporada. En el ejercicio 15/16, la distancia con el Barça era la misma, y hasta que llegó el partido del Ciuat de Valencia, el sprint del equipo fue titánico. Se los digo un día más, gracias y pese a lo de hoy: Nunca dejen de creer.

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