La Pizarra de Simeone: «Partido tranquilo dirección octavos»

Hoy volvía a pisar el Wanda Metropolitano el Atlético de Madrid, esta vez para disputar la vuelta de dieciseisavos de la Europa League. La cita nos volvía a enfrentar al Copenhague. Nuestro rival llegaba un tanto mermado tras haber cosechado dos derrotas consecutivas, en Europa contra nosotros y en liga danesa contra el líder, por tanto, Simeone ha aprovechado para contar con los menos habituales y así dar descanso a las piezas clave de cara al choque del próximo fin de semana contra el Sevilla. Nuestro esquema era el de siempre: el 4-4-2, con portería para Jan Oblak; línea de atrás para Juanfran, Godín, Giménez y el canterano Sergi; sala de máquinas para Koke y Gabi, con bandas para Vitolo y Correa, este último en detrimento de Yannick Carrasco, que apuntaba al once, pero se cayó de la convocatoria por los rumores en las últimas horas sobre su más que posible marcha al fútbol chino. Y arriba con Fernando Torres, también envuelto en polémica, y Kevin Gameiro. Por su parte, los daneses iniciaban con un once poco habitual, incluso un poco más ofensivo como cabía esperar.

La primera parte fue un monólogo rojiblanco. Los nórdicos se toparon con un bloque muy junto al que ni siquiera podían plantar cara. Los del Cholo manteniendo bastante bien la posesión con mucha movilidad de los nuestros. sobretodo Vitolo, que buscaba huecos entre líneas constantemente. Tal era el dominio que en el minuto 7 de encuentro, Kevin Gameiro enganchaba un misil desde fuera del área con la pierna izquierda para abrir la lata. El partido se desarrollaba entonces con calma, ninguno de los dos estaba metido en el partido y ambos sabían ya que estaba todo el pescado vendido. Los colchoneros, cada vez más relajados, daban entonces el balón a nuestro rival, que tampoco tenía las ideas claras. Aún así seguíamos cosechando oportunidades para hacer más goles. Torres lo intentaba en el 14′,en el 34′, y después en el 43′, pero sin éxito. Nuestros laterales, tanto Sergi como Juanfran, ocupaban posición de extremos, aunque este último mucho más participativo; y Vitolo se estiraba por todo el terreno de juego. El más destacado hasta el momento Gameiro, contribuyendo con un tanto y estando muy activo.

La segunda mitad comenzaba con un cambio por parte de los del Cholo: Saúl sustituía a Koke. Por su parte, Solbakken realizaba dos sustituciones, dando entrada a dos jugadores titulares. Pero en el juego continuaba el dominio colchonero, la entrada de Saúl había contagiado la intensidad al resto del once. Aunque la primera ocasión llegaba para los daneses con un chut a puerta que desviaba Oblak a córner. La tónica era la misma que la primera parte: laterales adelantados, Gameiro bajando a recibir y Torres de referencia arriba, aunque esta vez los nórdicos se estiraban un poco más que en el primer acto. De hecho, nuestro rival conseguía realizar algún tiro a puerta. Pero en el minuto 60′ saltaba la sorpresa, saltaba al terreno de juego Nico Gaitán, en argentino volvía tras más de 2 meses sin jugar, y lo hacía sustituyendo a Correa, y variaría con Vitolo en la ocupación de ambas bandas. El mismo Gaitán iniciaba un contragolpe saliendo desde la derecha que acababa siendo frustrado por la zaga copenhaguense. El choque ya estaba roto, sendos conjuntos conseguían llegar al área rival pero sin lograr mover el marcador. En el 67′ el Cholo realizaba ya su tercer cambio, esta vez de perfil defensivo para dormir el partido. Entraba Thomas para sustituir al mejor de los nuestros hasta entonces, Gameiro. Buenos minutos de los nuestros que atrás continuaban manteniéndose rocosos y adelante daban la impresión de peligro. Tras el cambio el esquema había variado, Thomas y Gabi formaban el en pivote y Saúl ocupaba 3/4 de campo con mucha libertad. Gaitán dando muy buena imagen y Vitolo con ganas de completar su buena actuación. Los últimos minutos fueron un mero trámite que no sirvió más que para cumplir el tiempo estipulado.

Otra victoria más, que siguió el guión previsto, y que nos sirve para seguir nuestra aventura europea. Próximo destino: octavos. Rival: por conocer. Aspiración: ser campeones.