14 mayo, 2024

Alivio, bálsamo, desahogo… Todo ello y muchísimo más es lo que ha significado la victoria del Atleti en Balaídos después de todo lo acontecido de un mes a esta parte. Y sufrimiento, muchísimo durante casi todo el partido en el que el equipo estuvo a merced del celta durante 80 minutos. En esos 10 minutos en que no, se hilvanaron las dos mejores (y únicas) jugadas: una acabó en un casi remate de Griezmann tras jugada por la derecha entre Correa y Juanfran. La otra terminó en un tiro raso de Griezmann que sacó Sergio Álvarez al córner después del cual Gameiro consiguió el gol. Ahí terminó toda la producción de juego del Atleti. El resto del partido fue un querer y no poder del Celta, constantemente estrellado contra los centrales rojiblancos y, como no, contra el muro de Oblak. El esloveno sostuvo una vez al equipo con tres paradas imposibles y volvió a demostrar que, quizá, en este momento es el portero más determinante que existe en todo el universo futbolístico.

FOTO: AtléticodeMadrid
FOTO: AtléticodeMadrid

Simeone volvió a ser políticamente correcto con lo que tiene de aquí a enero y no culminó la revolución que todo el mundo esperaba después del fiasco de Bakú. Únicamente Vrsaljko se cayó de la convocatoria. Gameiro jugó de inicio, consiguiendo el gol de la victoria y Gaitán también entró mediada la segunda parte, aunque debió ser abducido por el césped, porque ya no se le volvió a ver…

Otro de los que está sosteniendo al equipo es Saúl. Omnipresente en todas las parcelas del campo hasta terminar fundido los últimos minutos. Él y Thomas aguantaron las acometidas del Celta en el medio campo y fueron los únicos que tiraron del equipo hacia adelante. Lo que pudieron, ya que los demás no acompañaron mucho.

En cualquier caso, ya contábamos con que iba a costar muchísimo, viendo la dinámica del equipo en las últimas semanas. Lo fundamental era precisamente eso: reencontrarse con el camino de la victoria. Parece increíble el poder de arrastre que tienen las dinámicas en el fútbol, tanto cuando son positivas como negativas. Nunca sabes dónde puede estar el punto de inflexión en unas y en otras. Normalmente en aspectos que a simple vista pueden resultar insignificantes. El fútbol es muchas veces una ruleta rusa en la que uno tiene que prepararse cada partido con todo el mimo y la fe posible para que la bolita caiga en el rojo o en el negro. Esperemos que lo de este fin de semana sirva para invertir la tendencia ante lo que está por venir. Aunque hay que recordar que ahora mismo el Atleti es tercero en Liga e invicto después de 9 jornadas en las que ha tenido que visitar campos como Mestalla, San Mamés o Balaídos y ha recibido en su nueva casa a equipos como el Sevilla y el Barça. A estas alturas el año pasado ya habíamos perdido en el Pizjuán y Anoeta. Estamos mal, sí. Pero no tanto…

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