Contracrónica: «Motivos y razones»
Resulta complicado entender cómo un equipo que venía de realizar un tremendo ejercicio de seriedad y eficacia ante Athletic en San Mamés y ante el Sevilla ante el Metropolitano hace apenas unos días, de repente se haya derrumbado. Cuesta creer que el Chelsea sea el único responsable de la repentina aparición de estas dudas. Quizás ya estaban instaladas en el vestuario de antemano y solamente los buenos resultados las estaban manteniendo escondidas.
Porque más allá del extrañísimo e inédito planteamiento inicial por parte de Simeone, con tres centrales y con Saúl y Correa como laterales largos, con el resultado que todos conocemos, habría que preguntarse por qué el Cholo toma esa decisión, teniendo a dos laterales puros disponibles. Cómo habría que preguntarse por los motivos de la sustitución de Griezmann por uno de esos laterales con media por delante aún. Porque coincidirán conmigo en que Simeone no hace las cosas por hacer y cuando toma una decisión es con un fundamento claro. Posiblemente nunca sabemos el porqué de esas decisiones, pero por lo que se intuye y por lo drásticas que han sido no creo que haya sido por nimiedades. ¿Toque de atención? Puede ser que por ahí vayan los tiros.
Lo cierto es que desde hace unos meses se ha instalado un clima de absoluta locura alrededor del equipo. La confirmación de la sanción, las consecuencias del cambio de estadio y de escudo, el tema de los fichajes y cierta sensación de histerismo alrededor de cierta parte de la afición alrededor de todos estos aspectos no ayudan en lo deportivo a poco que no haya buenos resultados.
No hay que dramatizar. Se ha pasado por situaciones similares en ciertos momentos en temporadas anteriores y al final el equipo siempre responde. Lo que no es de recibo sin son las dudas hacia Siempre o creer que toma las decisiones por tomarlas. Ahora llega un parón de selecciones que viene mejor que nunca para recomponerse y recuperar sensaciones. El partido de ayer fue horrible, sí. Oblak evitó lo peor. Sí, también. Pero a algunos los árboles no les dejan ver el bosque.
El equipo está instalado donde tiene que estarlo. Ha padecido un calendario diabólico que tendrá su continuación durante el mes de octubre y sigue dando la cara independientemente de las sombras que pueda haber. Confíen en el de siempre para disiparlas. Él siempre lo hace.
