26 abril, 2024

Contracrónica: «Certezas»

Triste empate del Atlético ante el Lokomotiv que crea incertidumbres en el futuro de la Champions. Los octavos, aún por definir.

Atlético Lokomotiv

No empezó bien la tarde… La triste pérdida de Maradona dejó un regusto amargo que aún perduraba a la hora en que el Atlético comenzaba su partido con el Lokomotiv. Los que hemos crecido viendo aquella mano de Dios, aquel gol posterior quitándose ingleses de encima a golpe de tango. Nos deja huérfanos de esa parte de la infancia de patio de colegio, de aquellos recreos en los que se jugaban muchos partidos muchas clases a la vez, esquivando no tanto al contrario como a las otras cuatro o cinco clases que estaban jugando a la vez y usando bolas de papel de aluminio, cuando no había balón. Hoy somos un poco menos niños y más adultos, por no decir más viejos…

Decía, que no había empezado bien la tarde… Quizá por eso arrancó el Atlético el partido a todo tren. Porque olía a partido trampa. Muchas bajas, mucha carga de partidos, un esfuerzo extenuante unos días antes para ganar al Barça y el recuerdo de desafortunados antecedentes ante rivales de corte similar. Fueron 20 minutos de acoso constante y de ocasiones sucesivas. Joao Félix, Llorente, Koke, Correa. Parecía cuestión de tiempo. Solución rápida y a pensar en otra cosa. No fue así. Todo se parecía cada vez más al partido de ida en Moscú.

«En la vida, como en el fútbol, certezas, las justas»

Los minutos pasaban y el Atlético se iba desdibujando, a la vez que el Lokomotiv se afianzaban en su idea. Lo que parecía ser cuestión de tiempo, poco a poco se iba apagando. Ese tiempo se iba acabando, mientras crecían la ansiedad y el cansancio. La sensación de peligro en la segunda parte desaparecía, a pesar del control, estéril y previsible. Solamente Koke aportaba luz en la oscuridad. Las sustituciones de Carrasco y Llorente, terminaron de cortocircuitar al equipo. Lemar, frío y lento, fue insustancial. Camello, apenas intervino.

Como aspecto positivo, las señas de identidad vistas estas últimas semanas siguen ahí. El equipo tiene la senda clara y bien marcada, por lo que, en ese sentido, debemos estar tranquilos. Lo malo, es que la clasificación para octavos, sin peligrar aún realmente, aviva incertidumbres. La primera es que el siguiente rival es el Bayern, con todo lo que ello implica. Bien es cierto que este Atlético, no es el que jugó en Múnich, por más que en ese momento ya se le adivinaba. Pero no deja de ser el peor rival al que te puedes enfrentar en este momento, aunque ya esté calificadísimo como primero de grupo y no se juegue absolutamente nada más que un pellizco económico.

En cualquier caso, drama, ninguno. Espera otro partido muy difícil en Mestalla en sábado y urge ir recuperando bajas. Esto es muy duro, por más que algunos hablen de candidaturas, favoritismos y obligaciones. En la vida, como en el fútbol, certezas, las justas.

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