Una final en cuartos
Llegaba la hora, iba a comenzar el encuentro. Ese partido que se esperaba en la grada atlético desde que se conocía el rival. Un rival a priori superior pero que sabe que el Atlético de Madrid no es solo un club. Ese Barcelona-Atlético de Madrid. El Atleti llegaba de golear al Betis en liga y el Barcelona de perder su racha de seis meses invictos en liga frente al tercero de la liga.
El partido comenzaba como se esperaba, el Atleti esperaría atrás al Barcelona y el Barcelona dormiría el balón e intentaría dominar completamente el juego. Pese a estas intenciones, a partir del minuto 15 el Atleti querría más el balón. Los chicos del Cholo sacarían el balón jugado en muchas ocasiones y un tiro de Griezmann en el minuto 24 sería la mejor ocasión de los nuestros. Tan solo un minuto después Koke metería un balón al hueco con el exterior. Lo cazaba a la carrera Torres y con un disparo de primeras, potente y raso se la colaba entre las piernas de Ter Stegen. El Niño celebraría el gol besándose el escudo y sabedor de la importancia del gol fuera de casa.
Partidazo de Torres y de todo el equipo en defensa que se truncaría con una mala actuación arbitral en la cual decidía que Fernando fuese expulsado por doble amarilla por una entrada en el centro del campo sobre Busquets en el minuto 35. El partido desde ese momento cambiaría ya que el Atleti se dedicaría a defender el resultado hasta el descanso. Tres minutos antes, Griezmann estuvo a punto de meter el segundo para los nuestros.
La segunda parte empezaría y acabaría como es normal después de una pésima actuación arbitral. El Barcelona dominó el encuentro y el Atlético aguantó con sus jugadores que pelearon como jabatos hasta el final. Varias ocasiones del Barcelona en los primeros minutos que, o por fortuna del Atleti o por actuación de la defensa u Oblak, no subían al marcador. Hubo que esperar hasta el minuto 62 para que el Barsa marcase un gol con superioridad numérica. Centro de Alves que remata en el segundo palo de volea defectuosa Jordi Alba y el balón le llega a Suárez, donde rebota en el uruguayo y se mete dentro de la portería.
Las faltas se sucedían de ambos lados y el árbitro tan solo sacaba tarjetas amarillas en contra del equipo visitante. Diez tarjetas en total de las cuales 7 fueron a los colchoneros. No equivocadas pero sí escasas en la escuadra culé. El atleti intentaba mantener el empate pero en el minuto 74 Suárez, con suerte, hacía una pared con Alves en la frontal. El brasileño la colgaba al areay el delantero uruguayo cabeceaba dentro del marco de Oblak.
El partido terminaba 2-1 con gran descontento por la actuación arbitral donde el Atlético por segunda vez consecutiva, terminaba con menos jugadores que el Barcelona en el campo.
