El “unocerismo”, una de las bases más importantes del Atleti de Simeone a partir del año 2013, que consiste en, marcar un gol tarde o temprano y no dejar anotar ninguno en contra. Parece una tontería, pero ha conseguido una Liga, una Copa, una Supercopa y dos subcampeonatos de Europa.

Los primeros partidos con este principio, tenían un final con sabor amargo para el aficionado colchonero, por una parte bien ya que habíamos ganado, y por otra mal porque no pudimos anotar más tantos. Recuerdo cuando nos preguntábamos: “¿Por qué jugamos igual contra un equipo de puestos de descenso que contra el primero de la liga?”. Sin embargo, había otra cosa que en esos partidos no nos dábamos cuenta y es que nuestros jugadores consiguieron mantener la portería a cero, algo que más tarde empezamos a ser conscientes de su importancia. Esa pequeña preocupación se fue acabando cada vez que acabábamos los partidos así. 1-0 o 0-1, pero ganábamos y eso era lo importante, el resultado final.
Hay cosas que hacen pensar en qué tipo de aficionado se ha convertido el seguidor atlético, y esto tiene que ver con el “unocerismo”. Me refiero a aquellas personas que todavía no se han acostumbrado a este estilo de juego, cuando vamos ganando va todo genial, ahora como vayamos perdiendo o empatando, empiezan a criticar al Cholo diciendo bobadas, por qué cambias a este por el otro, por qué no seguimos atacando en lugar de defender, etc. Yo les digo: ¿estás en contacto con los jugadores todos o casi todos los días de la semana? ¿No? ¿Entonces como sabes si un jugador está en condiciones tanto físicas como psíquicas de jugar entre otras cosas? El único hombre que ha sido capaz de hacerlo es Diego Pablo, que ha conseguido llevarnos a la gloria. Y es que el técnico argentino es uno de los mejores entrenadores de la historia, sino el mejor, porque es el que ha conseguido hacer más con menos.
En este último año, el peor del “cholismo”, ha dado la sensación de que Simeone se ha dejado llevar por las críticas que han hecho algunos impresentables sobre su estilo de juego, lo que ha provocado que se centre más en el ataque y la calidad, que por la defensa y el esfuerzo en conjunto. Debido a esto el Atlético ha cosechado momentos difíciles, como aquel lamentable partido en Mendizorroza. Cuando volvimos al “unocerismo” y a dejarse la vida por el equipo, conseguimos obtener una racha de buenas victorias que todavía perdura. El resultado de esta racha ha sido remontar 12 puntos en la clasificación general al Sevilla, para escalar un puesto en la clasificación general de la liga y amargar un derbi, en los últimos minutos, a nuestros queridos vecinos de Madrid.
En fin, al “unocerismo” le queda mucho tiempo de vida y como dijo el Cholo: “Quién no crea, que no venga” en este caso quien no crea en esta forma de jugar tan nuestra.
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