El Atlético fue peor ante un Leverkusen que aprovechó los errores defensivos de los del Cholo. Morata puso la esperanza pero el empate no se encontró en el BayArena. La clasificación se hace esperar con un Atlético en fuera de juego.
Visitaba el Atlético el BayArena con las dudas surgidas en la primera parte del Pizjuán. Pese a que en la segunda el Atlético fue mejor, nada iba a cambiar en la sensación sobre el equipo. Una sensación extraña la que se vive en la presente temporada, y no iba a ser menos en el Atlético. El encuentro arrancó conocedores de la victoria, in extremis, de la Juve en Rusia (1-2). Una victoria que obligaba a los de Simeone a ganar para mantenerse colíderes. Todo ello con una primera mitad diferente a la de Sevilla. Con un Atleti sin juego y sin saber retener al rival, especialmente en los balones parados. Oblak tuvo que intervenir a un disparo lejano de Volland que atajó sin problemas. A partir de ahí comenzó un asedio continuo de los alemanes. Primero Felipe se topó con la madera y en el córner posterior encontró portería Thomas. Pero lo celebraba el BayArena y es que ambas ocasiones fueron sobre la meta de Oblak. Se metía en propia meta Thomas que batía a Oblak con un verdadero golazo. Se llegó así al descanso con una sensación inerte sobre el verde alemán.
La segunda mitad arrancó, parecía, de forma diferente. Tras cinco minutos el Cholo dio paso a Lemar en lugar de Lodi, perdiendo profundidad por el costado izquierdo y buscando al galo por le interior. Pero tras su entrada llegó un nuevo mazazo unido a un nuevo error. Centro lateral que Mario Hermoso no despejó y Volland, con todo a favor, sumó un nuevo gol en favor de los germanos. Buscaba reaccionar el Atleti y para ello Vitolo se sumó al verde en lugar de un Costa que lo intentó pero que no consiguió conectar con los mediocentros. Sin ocasiones claras Correa lo intentó justo antes de ser sustituido en un partido donde no se vio lo que estaba siendo. Con cuarto de hora para el final Morata hacía soñar al equipo pero el banderín quitaba el mismo. Fuera de juego del madrileño y el Atlético seguía dos goles por debajo. No había señales de poder conseguir la remontada pese a la expulsión, por roja directa, de Amiri. Durísima entrada del jugador local sobre Arias. Una expulsión que hizo volcarse al Atlético en el último del partido. Y ya con todo vendido Morata puso el grito de los desplazados sobre el cielo alemán. Balón que le caía en el área al madrileño en ventaja y batía a Hradecky. Con un minuto por delante el empate se antojaba imposible y eso lo hizo el propio Hradecky. Un nuevo balón, este de rebote, le cayó a Morata quien se topó con el pie del meta local.
Falló la última ocasión un Morata que no consiguió el empate in extremis. Un empate que no sirve para confirmar la clasificación a la siguiente ronda. El Atlético jugó mal y fue peor ante un Leverkusen que obligará al Atlético a ganar uno de los dos partidos restantes para estar en la siguiente fase.
