En la tarde de ayer el Calderón volvía a estar lleno, la necesidad de ganar y aunque los aficionados rojiblancos llevan rigurosamente el famoso «partido a partido», era inevitable no pensar en el partido de semifinales de este próximo miércoles 27. Todo esto haría que el partido se viviese de una forma acelerada, con mucho roce entre ambos equipos y una acción que colmaría el vaso.
Nos tenemos que retornar al minuto 30 de partido, la posesión del balón era del Atlético de Madrid y desde el banquillo del Málaga salió un balón que cayó en el campo pero esta acción no tuvo repercusión para los malagueños. El partido continuaba y durante una contra del Málaga, un balón salió desde el banquillo rojiblanco, interrumpiendo así la jugada de peligro del rival. Mateu Lahoz que era el encargado de dirigir el encuentro, esperó a que finalizase la primera mitad del partido y llamó a Simeone, el cuál ya se iba hacia los vestuarios. En dicha conversación el colegiado le comunicaba al argentino que la segunda parte la vería desde el palco pues había sido expulsado. Esto se produce ya que al no ser identificado el culpable de lanzar el balón, se expulsa al entrenador.
Simeone vivió el encuentro en el palco como si estuviese en el área técnica, alentando a los jugadores y aficionados. Ya en rueda de prensa, como era de esperar fue preguntado por el suceso a lo que respondió: «Fue el chico que estaba al lado nuestro. Las imágenes lo van a demostrar, se ve bastante claro, el árbitro ha tomado la decisión correcta. Actuó como tenía que actuar que era echando al entrenador».
Ahora habrá que esperar si se sanciona al delegado o a Simeone, de ser así el técnico podría perderse lo que queda de liga pues la pena máxima es de tres partidos.
