
Atrás quedaba ese día que siempre quedará en nuestras memorias, aquel día que el «Niño» abandonaba su casa para hacerse un hombre, como si de nuestro hijo se tratase. Torres abandonaba su casa un 3 de julio del año 2007 en lo que, como ya dijo el, sería un «hasta luego» dado que su idea siempre había sido retirarse en el club de su vida, en el Atlético de Madrid. Ya habían pasado siete largos años de esa agónica despedida en la que se fue un poco de cada Atlético, los medios de comunicación convencionales llevaban especulando con la vuelta del «9» de Fuenlabrada desde el mercado estival, dada la marcha del delantero hispano brasileño Diego Costa, que se marchó al Chelsea en ese mismo mercado, pero las negociaciones no llegaron a buen puerto y el club de la Ribera del Manzanares acabó firmando al croata Mario Mandzukic. Todas las esperanzas puestas en la vuelta del hijo pródigo se quedaban en decepción para muchos, pero como todo en la vida, lo bueno se hace esperar y así fue, todos los aficionados tuvimos que esperar hasta el mercado invernal para poder ver a Fernando «El Niño» Torres vestido de rojiblanco sobre el césped del Vicente Calderón. Su llegada se anunció el 29 de diciembre de 2015, bien pensando esperar hasta esa fecha ya que sino hubiera parecido una broma propia del día anterior, pero para no hacer sufrir más a sus aficionados el club lo hizo así. La operación que trajo de vuelta al delantero madrileño no fue para nada fácil ya que, el día 27 del mismo mes, se anunció que el jugador de Fuenlabrada pasaba a ser jugador en propiedad del AC.Milan equipo donde estaba jugando hasta ese momento, y el club rojiblanco consiguió una cesión hasta final de las dos siguientes temporadas hasta que el jugador obtuviera la carta de libertad y pudiera negociar un contrato con el club de su vida. En esa operación entro también el laureado jugador Alessio Cerci que vestía la elástica colchonera desde principio de temporada y que se marchó cedido al Milán. Si todo esto pasaba el día 29 de diciembre, todos los aficionados al noble arte del fútbol y más concretamente del Atleti tuvimos que esperar hasta el día 4 de enero de 2016 para poder verlo en su presentación oficial como nuevo jugador del Club Atlético de Madrid.
Como si de un partido del equipo colchonero se tratase, ese día 4 de enero la gente que amaba a Fernando Torres, al igual que este mismo que escribe estas palabras, se agolpaba en los tornos del Vicente Calderón para ver cómo nuestro niño cerraba un círculo, un círculo que él mismo había dicho que iba a cerrar al decir que «no era un adiós sino un hasta luego» y que «siempre estaría en su cabeza el volver a su casa». La presentación fue cerca de las 12h de la mañana de aquel día 4 de enero, el estadio donde tantas veces había visto marcar a aquel jugador rubio y tantas veces había visto galopar por las bandas y que, también le había visto irse para poder crecer, ese día le veía volver por todo lo alto, el estadio se vistió de largo para que todos sus asistentes que todavía no se creyesen lo que estaban viendo se frotasen los ojos, porque si a la expectación de un estadio lleno hasta la bandera «El Niño» estaba de vuelta. Una bienvenida calurosa, como si de pleno verano se tratara, pero no, la afición quiso hacer a uno de los suyos una bienvenida a la altura del jugador que regresaba a su casa.