
Foto: Club Atlético de Madrid
La jugadora camerunesa Njoya Ajara, ha sido uno de los refuerzos invernales del Atlético de Madrid Femenino. Al principio, a simple vista, la delantera llegaba para reforzar un sector del campo poblado. Lo que Ajara no se iba a imaginar que, a pocos días de su llegada, iba a debutar en un escenario tan grande como una final de la Supercopa, como titular y además cuajando una impresionante actuación.
Ajara salía al primer partido con la elástica rojiblanca en el Estadio Juegos del Mediterráneo, donde iba a disputar el primer y gran encuentro como rojiblanca. Salía como delantera principal, en el novedoso 4-2-3-1 de Sánchez Vera, y ya desde los primeros compases se entendió a la perfección con Ludmila. La brasileña dominó y se adueño de la banda derecha y sus incursiones fueron el mayor pilar donde se apoyó Ajara, una jugadora que en solo un partido ha demostrado sus dotes para ser una 9 referencia. Ajara, que también sabe romper al espacio por su velocidad y abrirse a las bandas para intercambiar la posición con la extremo, ha dejado ver sus capacidades técnicas como el regate en espacios cortos, la definición y ante todo la sangre fría en momentos como esta final.
Una jugadora que también ha sacado a relucir su aspecto solidario con una asistencia para el gol de Deyna Castellanos, lo que sumado a sus dos goles le han dado la receta para un debut de ensueño y, por supuesto, el proclamarse con sus nuevas compañeras Supercampeona de España. Ahora, en un escaparate tan importante, Ajara ya ha dado un golpe sobre la mesa lo que la situará como una posible delantera habitual en los planes de Sánchez Vera para abordar la Champions y la Liga, donde ojalá Ajara tenga el mismo impacto que ha tenido en este partido.