Estimado Luis,
Tras tres años sin usted, seguimos teniéndole en el recuerdo igual o más que aquel dichoso 1 de febrero de 2014. Dicho día, todo el mundo del fútbol perdió un pedacito de este preciado deporte, pero los atléticos perdimos una parte de nuestra esencia. Tres años más tarde, con su ayuda, hemos jugado dos finales de Champions que acabaron como la de aquella noche en Bruselas, hemos alzado diversos títulos, todos ellos comandados por su discípulo Simeone, pero con una cosa clara y que usted promulgaba, dejándonos la piel en cada uno de los encuentros que se disputaban con la camiseta del Atlético de Madrid, su Atleti.

Justo, en el aniversario de su adiós, el Calderón, en una de sus últimas noches de gloria (aún quedan algunas), vio como el Barcelona parecía imparable, pero con su ayuda desde el tercer anfiteatro, acompañado por todos los atléticos que ya no está, y la de las 55.000 almas que se encontraban presentes en la Ribera del Manzanares, consiguieron avanzar, dejando una cosa clara, y es que este equipo no está muerto, como mucho, estaba de parranda. Porque se vio que luchan como hermanos, defendiendo sus colores, y que sólo, por orgullo y amor a unos colores, salieron al campo a decir quién es el verdadero campeón, y ese que va vestido de rojo y blanco. Aún quedan 90 minutos en Barcelona, aquel lugar donde, con su ayuda, nos coronamos campeones en la que llamaban liga de dos, y demostramos que ‘Si se cree y se trabaja, se puede’.
Porque aquel ‘Niño’ que usted conoció, cuando más críticas estaba recibiendo, salió al campo y se echó el equipo a las espaldas, demostrando que lo único que vale es ‘Ganar y ganar y ganar, y volver a ganar’. Sólo tengo clara una cosa, y la digo varios días antes de que comience el encuentro, y es que estos chicos, como usted pedía, se dejarán el alma por defender el escudo del Atlético de Madrid, por hacerlo un poco más grande sí cabe. Con usted, nuestra leyenda, en el recuerdo, estoy más que seguro que estará orgulloso de todos y cada uno de los atléticos, de los que pese a las derrotas defienden el escudo con su preciada frase: “y usted no pise ese escudo, es el escudo del Atlético de Madrid”. Por ello, pase lo que pase, gracias por marcarnos el camino.
Por usted, por los que ya no están, por nosotros: AHORA ATELTI AHORA.
