Como una balada rockera que comienza prometiendo, desacelera para después empezar a correr, y pone las notas finales con un solo de guitarra a todo volumen que estremece el cuerpo. Resquebraja el alma de arriba a abajo, tocando todos tus nervios y sirviendo en plato frío tus sentimientos. Si el Atleti del Cholo es rock and roll, su temporada se parece mucho a esta balada. El Atleti quiso deja ser una piedra renunciando a su amor por el contraataque, pero ¿dónde estaba el sentido a esto? Nunca quisimos que fuera así, no de esa manera tan pop, y el cuerpo técnico y el equipo lo entendieron. Se tomaron un tiempo con notas lentas para tocar fondo y levantarse para agitar ahora más que nunca la bandera que les identifica. Sin trampa ni cartón, quedan ocho partidos de Liga y el Atleti está tercero con su solo aún por sonar.

Este sábado los colchoneros tienen delante el reto de lograr lo impensable. Llevar el orgullo de sus aficionados más allá de lo razonable. De lo esperado por una temporada que siendo irregular cumple sus objetivos por el momento. Hacer historia una vez más y vencer por cuarta vez consecutiva en el lugar maldito, donde te pueden robar la cartera en el último minuto. Bien lo sabemos, bien lo saben. En un escenario en el que ya ha sonado, hasta tres años consecutivos, nuestro particular camino al infierno. Todo puede pasar.. Mientras los medios mainstream hacen resonar el burdo reggeaton de las tres de mañana que sonó en Lisboa y en Milán, nosotros todavía nos aferramos a la buena música, la que se toca en antros clandestinos y en templos sagrados. No por vender más es mejor, Burguer King no hace mejores hamburguesas que mi madre sólo por vender más.
Y en esas andamos. Nuestro grupo, nuestra familia viene siendo desintegrada como en cada fecha de derbi públicamente. No jugarán Godín, Griezmann, Oblak, Koke, Carrasco, Saúl, Savic o Giménez, todos vendidos al por menor a cualquier equipo que no vista de rojo y blanco. Ningún jugador que se precie vestirá nuestra camiseta. O eso dicen. Ante la posverdad, rebeldía y oídos sordos, como los que pretende dejar el Atleti al término del partido si comienza su solo. Repetirá Simeone alineación. No le queda otra. Ante las lesiones la vieja guardia se enfundará el mono de trabajo y como un día más en la oficina ejecutarán el plan de siempre. Presión y castigo de los errores. No regalar el «buenos días», negarles el «adiós».
En la otra orilla aguardan Cr, Bale y Benzema. Siempre peligrosos aunque aportan menos trabajo atrás del que le gustaría a su entrenador. Son como el amigo que se queda a la chica con la que llevas toda la noche hablando. El abusón que te quitaba el bocadillo en el colegio. No dan un palo al agua pero tienen muchas papeletas de dejarte con cara de tonto. Hasta Modric que no está en su mejor momento, ni de físico ni de juego, puede en cualquier momento invertir la tendencia y escribir con el pie de nuevo un final triste para los nuestros. Pero nuestro momento de tristeza ya ha pasado, ya tocamos fondo, estamos haciendo acelerar la balada y lo mejor está por llegar. Afinen los oídos que llega la guitarra.
Si no tenéis la desgracia de pisar el Bernabeú el partido podréis seguir en el horario premium de las 16:15 por BeIN LaLiga y por nuestro twitter @atleticosport.