
Quitarle a una despedida cierto drama, romanticismo o nostalgia es como quitarle a la pizza el tomate y el queso. Una despedida sin embargo no tiene por qué significar siempre un «adiós», puede ser un «hasta luego». Lo sabemos los atléticos, lo sabes Fernando. Ya te despediste una vez y supimos que algún día volverías. Volviste y supimos que la siguiente vez que te fueras dolería más, porque la siguiente vez que vuelvas no será de la misma manera que te conocimos. De corto, corriendo en dirección a la portería rival, y marcando goles. tu final como jugador del Atlético de Madrid siempre quisimos que fuera especial. Ganases o no un título te hemos querido igual, de manera incondicional, sin ambages, de forma sincera. Ganarlo no nos ha hecho quererte más, pero hemos sido más felices viendo cómo te emocionabas cumpliendo tu sueño, que era el nuestro.
Bajo el cielo de Lyon, mojados por la lluvia y las lágrimas de alegría, vimos cómo se cerraba un círculo que comenzó en Leganés hace 17 años. Vimos cómo marcabas tu primer gol en Albacete, cómo nos devolvías a Primera, cómo nos sostuviste en ella porque sin ti habríamos vuelto al infierno. Nos emocionaste cuando, no siendo parte del club, levantaste la Eurocopa y el Mundial con el escudo del Atleti en tu bandera. Cuando lloraste con nosotros en Milán. Y por último, este viernes cuando besaste Neptuno con el mismo orgullo que nos llenaba verte allí arriba. Las leyendas no se hacen sólo a base de goles, aunque tú has hecho unos cuantos, 127 ni más ni menos, y te vas siendo el 5º máximo goleador de nuestra historia y, con 38 goles, el 3º de la Selección. Seguramente porque sientes que todavía te quedan goles en el bolsillo buscarás fuera aquello que no nos podemos darnos ahora, algo de lo que tu eres consciente, tiempo sobre el verde. Aunque querríamos que hubiese en el campo 11 tipos como tú, ya no puede ofrecer ese rendimiento de antaño. Y lo que podría verse como egoísmo es otra cosa más que te honra. Has sabido cuándo despedirte, nos toca a nosotros saber cómo hacerlo.
El fútbol no tiene memoria, sueles decir en alguna ocasión. Nosotros siempre vamos a recordarte. Por derecho propio, con trabajo, esfuerzo, cariño, humildad y honestidad te has convertido en una estrella del escudo. Siendo nuestro Niño eres el hombre que representa todo lo que cualquier colchonero quiere para su equipo porque eres uno de nosotros. Sabes lo que es sufrir en la grada, festejar en Neptuno, llorar desconsoladamente y hacerlo con una sonrisa de oreja a oreja. Nos has dado «las gracias por tanto» y nos has pedido «perdón por tan poco» y te haces más grande con ello pero pareces seguir sin entender (quizás tu único error como símbolo) que ninguna de esas cosas nos importó nunca. Porque, como tú, no somos del Atleti porque gane aunque queremos que lo haga. Que, como tú, no nos condiciona el final sino que disfrutamos del camino. No te queremos por cómo ha sido tu final, te queremos por cómo ha sido nuestra relación, que nunca acabará. Sales del Atleti, pero el Atleti nunca saldrá de ti.
Esto no es una previa cómo habréis podido comprobar, pero lo de Fernando este domingo tampoco es un adiós, es un hasta luego.
El partido podréis seguirlo con pañuelos en mano, si no vais al Metropolitano, desde las 18:30 por BeIN LaLiga y por nuestro twitter @atleticosport.