
Tras una dura derrota sufrida la pasada jornada ante el Deportivo Fabril, al Atlético de Madrid solo le queda ganar. Tiene que ganar todos los partidos con la mayor contundencia posible para tener un buen gol average y rezar para que todos sus rivales de cara a la lucha por entrar en los puestos de play-offs fallen. Este fin de semana se verá las caras con un rival directo, el Talavera.
El conjunto madrileño necesita un auténtico milagro para poder disputar los play-off de ascenso. El filial se presentará en el estadio talaverano sin Olabe, que ha sido convocado por el Cholo Simeone para el partido frente al Betis con altas posibilidades de jugar, ya sea saliendo de titular o en la segunda parte (en caso de que el partido vaya en rumbo favorable). Eso sí, no sería su debut debido a que ya jugó frente al Guijuelo hace dos temporadas. Otra baja muy importante es la de Keidi, que ya no podrá jugar en todo lo que resta de campaña, por los insultos graves que dirigió hacia el colegiado del anterior encuentro ante el Fabril. Estará nueve partido lejos de los terrenos de juego. Rubén Fernández sigue recuperándose de su lesión. Como ya nos tiene acostumbrados, Óscar Fernández no anunciará la convocatoria hasta justo antes del encuentro, una táctica que está ayudando a mantener la buena relación entre todos los miembros del equipo.
Y que mejor de manera de volver a empezar a creer, que ganando al Talavera de la Reina. Un equipo que se sitúa un puesto por debajo del filial, en la clasificación general. El Talavera es un equipo que protagoniza uno de los duelos más calientes de toda la Segunda división B, el derbi toledano, cuyo rival es el Toledo que ocupa la penúltima plaza. Ganaron en el encuentro de ida, dando una gran alegría a su afición y el de vuelta, en El Salto del Caballo empataron a uno. Los colchoneros empataron a dos frente al conjunto toledano en el Cerro.
El partido se disputará el domingo 22 a las 19:00h, en el estadio del Prado, Talavera de la Reina. Es la última oportunidad de engancharse a los play-off de ascenso, con la confianza de tener sellada la permanencia a cuatro jornadas para el final.