En las siguientes líneas, y con motivo de uno de los partidos más especiales hasta la fecha, voy a intentar explicar qué es el Atleti. Algo, que como la propia vida, te da alegrías y qué alegrías, tristezas, injusticias y mucho más. Pero… ¿qué serías tú sin el Atleti? El Atleti es algo con lo que muchos nos sentimos identificados día a día, con unos valores que te forjan como aficionado y sobretodo como persona, unos valores que te hacen ver, que pese a las adversidades del camino se debe trabajar para conseguir los objetivos, y así es el Atleti. Como la jodida vida.
Nadie que no sea del Atleti se podrá explicar ese gusanillo que todos conocemos en días de derbi, en partidos de Champions o incluso horas antes de enfundarse la bufanda para ir a visitar el Templo. Es como si te preparases para ir a visitar a un familiar, a un ser querido; es ser del Atleti. Porque el ser del Atleti, es defender el escudo como a un amigo, como a un ser querido al que no permitirías sufrir, porque ser del Atlético de Madrid es estar en las buenas, donde todos están, pero también en las malas. En los malos momentos es donde de verdad se conoce quien de verdad es un amigo, pues pasa lo mismo con el Atleti. Porque un verdadero amigo, en este caso ‘loco de la cabeza’ (como a mí me gusta denominarnos a los colchoneros), es ese que te levanta, cuando los demás ni siquiera saben que te has caído.
Porque qué sería de nosotros en estos momentos sin el Atleti… Esa forma de vida impregnada por unos valores que pese a ser un equipo de fútbol, que es más allá de eso, te marcan el futuro, el luchar por cada objetivo, por cada persona, eso es el Atlético de Madrid. El nunca dejar de creer pese a todos los obstáculos que te puedan poner delante. Porque esos obstáculos, esas piedras que se interponen en el camino, sólo te hacen caer. Pero que es caer 100 veces si te levantas 101. Porque no es más grande el que nunca pierde, sino el que nunca se rinde. Y esto es el Atlético de Madrid.
Una familia. Eso es el Atleti. Después de todo, siempre hemos estado los de verdad, los que cada domingo se dejan la jodida garganta por verte campeón, por verte llegar a los alto, pero sin olvidarnos de que hemos pasado por lo más bajo. Porque siempre hay que saber de dónde venimos, para saber a dónde vamos. Señores, porque el Atlético de Madrid si no se entiende como una forma de vida, no es el Atlético de Madrid.
En tiempos de bonanzas y penurias, siempre están todos aquellos que quieren desetabilizar desde muchos lados (son esas piedras citadas anteriormente). Pues con esas piedras, traigo a la memoria estas palabras de Vicente Calderón hijo: «Mi padre, si en alguna cosa tenía fe, era en la afición del Atlético de Madrid. Él decía que el club tenía unos bienes materiales, que podían ser jugadores, que podía ser un estadio, que podían ser muchas cosas. Pero el club tenía unos bienes inmateriales, que es la afición, esta afición que está ahí, que ha estado siempre, llueva, truene, pase lo que pase». Señores, porque el Atlético de Madrid no se concibe sin su afición, su seña de identidad. Porque en los buenos momentos es fácil estar, pero hay que recordar los malos, donde de verdad se ve que los aficionados no se mueven por billetes o por derrotas, se mueven por pasiones. Porque iremos de allí para acá, porque vendrán y se irán jugadores y dirigentes. Pero nosotros, los aficionados, estaremos siempre; en las buenas y en las malas.
Porque los Atléticos de verdad, como en la vida, se forjan tras miles de batallas perdidas. Porque el Atlético ya no es un escudo que a la vista de todos puede gustar más o menos, porque el Atlético es algo que va dentro. Porque con todas las consecuencias, como en la vida, o se es o no se es del Atleti, pero tienes que vivir con ello. Porque después de todos los baches del camino, siempre hay un anhelo que te hace ver que el camino, pese a millones de golpes, ha valido la pena. Porque pese a caer derrotado, te sientes orgulloso de lo que eres, pues igual con el Atleti. Pese a perder, te sientes orgulloso de un equipo, de un escudo, de unas rayas canallas.
Porque todo esto, es un pedazo de lo que en realidad es el Atlético de Madrid. Porque quien no sea del Atleti nunca llegará a entender lo que es el Atleti y lo que ello conlleva. Lágrimas, tristeza, rabia, alegrías, sentimientos inexplicables, porque todo ello va resumido en una cosa, va resumido en ser del Atlético de Madrid.
