Tras una serie de partidos en los que el Atlético de Madrid no encontraba su estilo de juego, el conjunto rojiblanco quedó eliminado de la Champions en su primer año con el nuevo estadio. Es una gran decepción sin lugar a dudas, pero no queda otra que recordar viejos tiempos e ir a por la querida Europa League.

La paciencia de los aficionados atléticos se iba agotando a medida que pasaban los años y el club no alzaba ningún título. Llegó entonces Enrique Sánchez Flores, un entrenador que hizo que el conjunto colchonero levantará dos títulos europeos: Europa League y Supercopa de Europa. En Europa League nos enfrentábamos ante un sorprendente Fulham que venía de derrotar al Hamburgo, equipo en cuyo estadio se disputaría la final de dicha competición. Con un gol en el 116′ Forlán, hacía que la escuadra madrileña se hiciera con el primer título europeo en muchos años. Tres meses más tarde, nos medíamos ante un Inter de Milán plagado de estrellas (Etoo, Sneijder, Cambiasso, Milito, Zanetti, Maicon…). Pero eso no importaba, el Atleti estaba en un momento de forma increíble. Reyes, tras una gran jugada individual marcaría el primer gol en el 62′ y 20 minutos más tarde, Agüero remataría a puerta vacía, y pondría en el luminoso el 2-0.
Este mismo proceso se repetiría dos años después. Un Atlético de Madrid que se encontraba en una situación pésima (eliminación de Copa del Rey a la primera de cambio y décimos en La Liga) debido a que Gregorio Manzano no supo desempeñar correctamente su labor como entrenador. Los directivos, decidieron coger a Simeone porque era el prototipo de entrenador ideal para motivar a los jugadores y a la afición a sobreponerse al mal inicio de curso. Afortunadamente, Manzano había conseguido mantener al equipo vivo en Europa League, por lo tanto, el primer título de la era Simeone no se haría esperar, el 9 de mayo tras golear 3-0 al Athletic de Bilbao con dos tantos de Falcao y uno de Diego.
La Europa League, es una competición con un toque mágico. Una competición donde clubes pequeños pueden darse a conocer. Una competición donde puede pasar cualquier cosa. Una competición donde nacen grandes estrellas. Una competición donde los aficionados pueden ser incluso más importantes que los jugadores. Por estas cosas se quiere la Europa League.