Y aquí estamos un jueves más desde el cuartel general de Atlético Sport para ofreceros una nueva propuesta en clave rojiblanca. Aunque pueda engañar por el nombre, hoy no soy el Jorge de siempre, así que espero y deseo que no se note el cambio de guionista para la vigésima entrega de esta gran sección veraniega que seguiremos trayendo conforme se reabra el periodo de mercado. Pues bien, el jugador que venimos a tratar hoy viene desde el siempre fiable Calcio, tiene 22 años, una Supercoppa TIM bajo el brazo y una historia que contar.

Empecemos por el final, aunque realmente es el comienzo. La “historia” de Sergei (culturilla general que nunca viene mal saber: en las lenguas eslavas el sonido de la “j” se suprime por la “i”) es que nace en Lérida un 27 de febrero de 1995. De hecho, hoy día mantiene la doble nacionalidad y aún no ha debutado con la selección absoluta de Serbia, aunque desgraciadamente para La Roja, es cuestión de tiempo. Sergei actúa generalmente de mediocentro o un poco más tirado hacia delante sin llegar a ser mediapunta, aunque también ha jugado esta última temporada como tal e incluso en el interior derecho (que en la Lazio es prácticamente quien asume el peso del carril, ya que Simone Inzaghi está acostumbrando a la entidad romana a jugar con un 3-5-1-1).
Trayectoria
Desde Serbia hasta Bélgica
Aunque en la 12/13 ya formaba parte del primer equipo de su club debut, el F.K Vojvodina, éste no se produjo hasta la temporada siguiente, el 23 de noviembre de 2013 en un partido de SLS (SuperLigaSerbia) ante la Jagodina. Su primer gol se produjo solo 4 encuentros después. Durante su estancia en el Vojvodina, Milinkovic ganó una Copa Serbia. En la temporada siguiente firmó con el Genk belga, uno de los grandes de la Jupiler Pro League, donde solo duró esa campaña hasta fichar por la Lazio. En estos primeros tres años como profesional en clubes, el serbioespañol disputo 40 partidos y anotó 9 tantos.
Mundial Sub-20 de Nueva Zelanda, premio a una generación
Sergei, aunque no lo parezca ya que el fútbol juvenil no tiene tanto cartel, ha formado parte de uno de los mejores elencos de futbolistas jóvenes del siglo. La Copa Mundial Sub-20 de 2015 fue la guinda a un previo tercer puesto en el europeo Sub-19 de 2014 y un subcampeonato en el mismo el año anterior. En una Serbia Sub-20 donde formaban jugadores como Marko Grujic, Filip Manojlovic, Predrag Rajkovic o el MVP de la final y nuevo fichaje del Valencia, Nemanja Maksimovic. El camino hasta la final había sido duro, pero más aún se presentaba la última prueba. Los “leones” de Veljko Paunovic debían superar a la pentacampeona del mundo también en esta categoría. La Brasil de Gabriel Jesús, Danilo o Andreas Pereira. Precisamente este último fue el encargado de igualar el tanto de Stanisa Mandic, aunque no pudo evitar la derrota de la “canarinha” cuando, a falta de dos minutos para los penaltis, Maksimovic remató la faena. Campeones, héroes nacionales, y billete a Roma.
Roma, la capital, Lazio, la región
Luego del éxito en el Mundial, era inminente. Sergei llegaba a un grande de Italia con 20 años. El 6 de agosto de 2015 se hizo oficial su fichaje por la S.S Lazio, el otro grande de Roma. En su primera campaña, pese a su inexperiencia y a competir con los Parolo, Lulic y compañía, disputó nada menos que 35 partidos, 25 de ellos en Serie A, actuando, como es comprensible, algo más descolgado que a día de hoy. Pero tuvieron que pasar dos años para levantar su primer título con la Lazio. Concretamente un viernes 13, mientras media España estaba pendiente al inicio de la Supercopa, Jordan Lukaku, brillando igual que su hermano contra el West Ham ese mismo día, ponía un centro raso al área para que el joven Murgia remontase el “radoppio” de Paulo Dybala. En el añadido. 2-3 y primer patinazo en la era post-Bonucci. Mientras la línea de 5 en el medio estratégicamente situada para el marcaje al hombre por parte de Inzaghi completaba su tarea, Milinkovic completaba uno de sus partidos más brillantes apareciendo por todos lados en una posición que casi incitaba a pensar que los romanos tenían 6 centrocampistas. La Supercoppa fue el summum a una magnífica 16/17, sobre todo en Coppa. 7 goles y 10 pases de gol, 34 de 38 partidos jugados en el campeonato de la regularidad (¡¡habiéndose perdido dos por lesión y uno por acumulación de amarillas!!), puestos europeos y finalistas de copa. En un año en clave laziale donde en el panorama internacional se habla más sobre Stefan de Vrij, Ciro Inmmobile o Keita Baldé, o de cómo Strakosha ha asumido la responsabilidad de sustituir a un lesionado Marchetti, o incluso de la resurrección de Marco Parolo, ahí está él. A la sombra.
Sergej Milinković-Savić en el campo
De su etapa joven en clubes, poco podemos saber debido a su procedencia, aunque viendo su evolución con las divisiones juveniles serbias, no deberían distar mucho. Sergei es un todocampista de manual. Aunque, mejor dicho, es un todocentrocampista, ya que se mueve en todas las alturas, pero no es demasiado propenso a caer a banda, principalmente porque el esquema de la Lazio se lo impide debido a la anchura de su medular (Lucas Leiva; Lulic, Milinkovic, Parolo, Basta). Pese a no ser un buen futbolista en el dribbling (ni siquiera por potencia, que la tiene), es de esos de la “vieja escuela”, de los que utilizan filigranas. En el partido ante la Juventus en el ahora Allianz Stadium dejó dos joyas “marca de la casa” basadas en el levantamiento de balón y posteriores toques por encima de su marcador. Pero si el serbio destaca en algo es en dos cosas. La llegada en segunda línea, a veces incluso post-tackle (donde también se desenvuelve bien, sobre todo bregando) para acabar definiendo libre de marca como hizo en el derbi de la capital esta temporada, y por encima de todo, sus balones en largo. Gran porcentaje de culpa del temporadón de Inmmobile se debe a la cantidad de asistencias que ha recibido de Milinkovic con envíos desde hasta 70 metros. Es un futbolista que además utiliza bien sus 191 centímetros de altura y no es “torpón”, y, por ponerle una pega, quizás peca de jugador asociativo por emplear demasiado su mejor arma, el desplazamiento en largo.
Sergei, ¿en el Atlético de Madrid?
Si al Atleti le ha faltado algo desde la consecución del título liguero es la calidad en el balón largo. Si bien hasta que se resuelva el tema Costa no habría quien sacara partido de esto, la figura del lanzador de juego ha sido vital en casi todos los equipos en historia reciente que han evitado el fútbol de toque y posesión. En concreto y personalmente, una hipotética versión final de Milinkovic en el pase me hace pensar en el Xabi Alonso de José Mourinho. Además de eso, mirando hacia un futuro donde Gabi ya no esté, sería el complemento perfecto de Thomas en un centro del campo con Koke y Saúl. El serbio robando y el ghanés recuperando. Una escoba y un pulpo para Simeone. Además de todo esto, sería un aliciente más para el balón parado y los “cuchillitos” desde segunda línea para los Godín, Giménez o Saúl y Thomas o el propio ilicitano, respectivamente.
Situación actual
La Lazio, como buen club italiano aparte de los dos colosos de Milán, es vendedor de profesión. En estos momentos, precisamente, le están buscando nuevo hogar al senegalés-catalán Keita, evidentemente tratando de encontrar al mejor postor. Actualmente, Sergei tiene contrato hasta 2022, y está valorado en 22M de € (vía Transfermarkt), aunque viendo cómo está el mercado, podrían pasar a ser 122 el año que viene. Honestamente, si sigue así, la Lazio se le va a quedar pequeña, y donde mejor que explotar sus cualidades que en un grande de la Premier League o en su defecto, en el Atlético de Madrid. Uno de los grandes problemas de la directiva en cuanto a recientes incorporaciones ha sido la competitividad en el mercado, y casualmente al mediocentro no le han salido (aún) demasiadas novias, por lo que estudiar su fichaje si está en la agenda de Berta, Caminero y Simeone es más que posible, aunque de momento no se ha mostrado interés por él.