Retornaba el deporte rey a los aledaños del Metropolitano, el Atlético de Madrid acogía hoy en su feudo a la UD Las Palmas, un rival que se le viene dando bien a Simeone desde que los canarios ascendiesen a La Liga en la 14/15. No solo dándosele bien en los resultados, sino también en los pocos quebraderos de cabeza que le han causado los amarillos durante estos años. Hoy no fue una excepción, y es que los de Jémez no mostraron oposición alguna desde la segunda parte y no dañaron a los rojiblancos en ningún momento del partido.
Cuando es necesario lo comentamos siempre, aunque esta vez por una cifra redonda: Jan Oblak mantuvo su portería a cero en el partido 100 de liga que disputaba el esloveno defendiendo la meta del Atleti. Casi nada. Ante una tímida presión de Las Palmas que no inquietó a la zaga, Godín y Giménez concentraron su “perfmormance” en evitar cualquier desperfecto cuando los Hernán, Calleri y compañía se internasen en el área (buen partido del 19 “pío-pío”, dicho sea de paso). En los carriles, no solo Lucas hizo algo que ya es costumbre, jugar bien al fútbol… También Juanfran Torres, en ausencia de Vrsaljko y sabedor de lo caro que está el puesto, fue, para servidor, el mejor del encuentro. Tardó en salir al partido, como quien dice, pero fue clave en la avalancha de goles que llegó en la segunda parte (gran centro el que puso a Griezmann en el inicio). En la sala de máquinas, seguramente, las dos figuras menos beneficiadas del encuentro. Gabi no lo hizo mal, pero se mostró muy, muy impreciso en la entrega, aunque dotó al equipo de una profundidad en el primer cuarto de hora impropia del capitán, pero es que Koke… Tela, telita, tela. Fue sustituido al descanso por Carrasco y a partir de ahí surgió el juego, y los goles… No corren tiempos favorables para los defensores a ultranza del vallecano, sabe dios si Filipe y Costa reactivarán al “termómetro”. En el costado izquierdo, pero con ese ímpetu que ya es imán y atrae al “8” hacia el centro, Saúl realizó un encuentro poco vistoso pero estratosférico a nivel de cifras. Hasta 12 entradas con éxito se apuntó a su cuenta personal el ilicitano, que también estuvo impecable, como siempre, en el juego aéreo. Su homónimo en el otro perfil, Ángel Correa, volvió a hacer lo que viene acostumbrando últimamente, ensayo y error. Si necesitaba encarar dos veces, el driblaba tres por si acaso. Será miedo, será que el hábito hace al monje, nadie lo sabe, pero por suerte hoy se gustó dentro de sus posibilidades, asistiendo a Torres y completando dos regates con éxito. En la segunda fuerza ofensiva, el de siempre, guste o no guste. Antoine Griezmann marcó de nuevo, quiso lucirse para abrir la lata enviando un espuelazo al poste, y generó. El rival no era el más indicado para hacer testeos de rendimiento, pero no se puede decir que haya sido un partido discreto del francés. La punta de lanza del día fue Fernando Torres. Tras la ausencia de Costa por lesión y un problema estomacal de Gameiro instantes antes de dar comienzo el encuentro, el de Fuenlabrada se erigió esta tarde como el ariete del equipo. Anotó un golazo muy clásico de “The Kid” y dejó paso en los últimos compases del partido a un Vitolo Machín que tiene hambre de titularidad, aunque el otro gol del encuentro lo anotase Thomas Partey, que parece que se ha apuntado a la UD como víctima favorita.
Resumiendo, tres puntos que nos separan a seis del Valencia y dan credibilidad a un Atleti que, sin tener tiempo para recomponerse de la eliminación de copa, apunta como favorito a acabar llevándose la plata del campeonato, pues lejos queda aún el FC Barcelona. Aunque, no lo olviden, esto es muy largo y quedan 17 jornadas de intensidad, trabajo y partido a partido.