Llegaba un partido para poder tratar de volver a jugar con el balón en el momento que se tiene en posesión. Perdón, parecía que llegaba. Nuevamente el equipo titular y después los suplentes que saltaron al campo no supieron hacer rodar el balón de rojiblanco a rojiblanco. Una buena primera parte de los nuestros donde llegaron a adelantarse en el marcador por mediación de Thomas, fue eclipsada totalmente por una segunda mitad nefasta donde incluso nos empataron el encuentro. El Atlético de Madrid de Simeone es uno de los mejores equipos defensivamente hablando. Bien es cierto que todo buen ataque se basa en una buena defensa, de esto no hay ninguna duda; sin embargo, una buena defensa tiene que ser bien respaldada por un buen ataque ya que en el fútbol gana el equipo que marca más goles. Únicamente defendiendo no se gana el partido y al Atleti últimamente se le olvida este «pequeño-gran» detalle. Desde hace ya seis años ‘El Cholo’ implantó su filosofía y su forma de ver el deporte rey de la cual soy creyente-practicante. Por su parte, el resto de equipos la conocen. Saben a lo que juega Diego Pablo. Saben a lo que juega el Atleti. Ceder el balón al equipo de la capital es trastocar bastante sus planes. Nuestro medio campo no gestiona bien los minutos y el balón y nuestros delanteros no meten las que tienen algo que, si lo sumas a que se convierte en 90 minutos de defender, en un mínimo despiste te pueden estropear la noche. Que el Atlético reciba un gol es muy difícil pero en caso de hacerlo, los nuestros tienen gran dificultad para poder ponerse de nuevo por delante. Hoy ha ocurrido eso y Simeone no ha podido dar con la clave.

En fin, vayamos con el equipo que sacó nuestro entrenador. Al comienzo se veía un claro 4-4-2 donde Moyá sustituía a Oblak. Miguel Ángel estuvo muy correcto en las jugadas donde tuvo que intervenir, de hecho dos de ellas supo sacarlas jugándose el físico. Por delante de él Vrsaljko, Giménez, Lucas y Sergi formaban la primera línea de cuatro. Los dos laterales estuvieron muy participativos durante la primera mitad, sobre todo Vrsaljko, no obstante, ninguno de ellos pudo finalizar con un buen centro jugada alguna. Los dos centrales estuvieron bien colocados y seguros abajo como acostumbran aunque en la segunda mitad, un error de concentración provocó que el francés tuviese que realizar una falta dentro del área algo que terminaría en gol desde los once metros. En el medio del campo Thomas y Augusto se encargaron de poner orden. El argentino volvía a formar parte de un once y se le notó renqueante, sin embargo, correcto en casi todo lo que hacía. Thomas bajó su rendimiento ya que no está contando con minutos últimamente, algo que Giménez también sufre y no es bueno para ninguno. En las bandas Keidi y Gaitán. El canterano anduvo algo perdido y Gaitán fue de más a menos. Sigue en esa línea fina de la que cada vez se cae más rápido. Arriba pólvora mojada. Aquí está el gran problema, no marcan. Hoy Fernando Torres y Vietto. Ninguno marco y al argentino precisamente ocasiones no le faltaron. Si defiendes un partido pero no marcan tus delanteros, un pequeño despiste defensivo como el de Lucas y Giménez te cuesta un encuentro.
No ha sido un mal partido táctico de nuestro entrenador pero no consigue hacer girar los engranajes al son de la música. No consigue defender y atacar con la misma efectividad y es un problema muy, muy grande para los objetivos a largo plazo.