Si bien es un asunto de los más hablado en las actualidad deportiva, es por qué Koke Resurrección y Fernando «El Niño» Torres están siendo la conexión más fructífera de la temporada en cuestión de definición y goles. 
Pero para poder entender esto tenemos que remontarnos a los inicios, a un año 2009 donde el entonces actual técnico rojiblanco, Abel Resino, decidió hacer debutar a un chico de la cantera que apuntaba maneras a la hora de la creación del juego en la faceta de mediocampista, Koke siguió formándose en la cantera rojiblanca y decidió pasarse a jugar en el extremo, hasta la llegada de Gregorio Manzano, él fue el primero en darse cuenta que ahí tenía un diamante en bruto y le puso en la medular para guiar el juego del equipo, pero los resultados del equipo no llegaban y el club decidió prescindir del andaluz y coger como entrenado a Diego Pablo Simeone, aquí llego la explosión del jugador madrileño. Siguió progresando y se hizo un baluarte tanto para el equipo como para el propio centro del campo. Los resultado empezaron a llegar de la mano del nuevo técnico y gracias a la inestimable ayuda de Koke Resurrección y su vendaval de pases milimetrados con los que servía en ese momento al delantero del equipo, Radamel Falcao. Con ellos llegaron títulos muy importantes para el club, como la segunda Europa League.
Las temporadas fueron pasando y Koke fue siendo junto a Tiago y al gran capitán «Gabi» imprescindible en la creación del fútbol que caracterizaba al «Cholo» y al equipo en general. En la temporada 13/14 se vio al mejor Koke jugando por el centro y surtiendo de pases al hispanobrasileño Diego Costa esa conexión acompañada del gran fútbol del equipo hizo que llegáramos a tocar el cielo con un campeonato de liga y una final de Champions de ensueño. Tras la marcha de Diego todos nos hicimos la misma pregunta «¿Volveremos a ver esa conexión mágica entre Koke y un gran delantero?». 
Eso nos hace remontarnos al día de hoy, donde nos encontramos en semifinales de Chamipons, colíderes en el campeonato liguero y todo gracias a Koke y a su nuevo compañero de armas, Fernando Torres. Lo que parecía imposible volver a ver en el césped del Calderón, ver repetir una gesta de 14 asistencias en una temporada una conexión que parece de otro planeta, lo estamos viviendo con el delantero que todos decían estar viendo sus últimos coletazos como profesional, pero que ninguno de los atléticos dejamos de creer en el. A día de hoy «El Niño» Torres lleva el mejor promedio de goles por minutos jugados de todos los delanteros españoles y todo gracias a un Koke Resurrección, que como su propio apellido indica, ha hecho posible que podamos ver al mejor Torres, aquel que nos recuerda aquellas gestas inolvidables tanto en el Calderón, como en Andfiel o como en Viena.
Sólo queda esperar, que esta conexión mágica entre dos canteranos atléticos nos permita vivir un final de temporada mágico donde todavía puede ocurrir cualquier cosa. Eso sí, en familia todo es más fácil.
