
FOTO: AtléticoDeMadrid
¿Quién iba a decir a todos los colchoneros que, después de liarla contra el Qarabag, este grupo iba a ser finalista de la Europa League? Así es, el miércoles 16 de mayo el Atlético de Madrid se enfrentará, en Lyon, al Olympique de Marsella. Desde Atletico Sport os traemos la trayectoria de Diego Pablo Simeone y sus gladiadores en la Europa League.
Eliminación de Champions
Todo empezó un triste 31 de octubre cuando, en el Metropolitano, los pupilos del Cholo empataron con el Qarabag. Nos condenamos a ser terceros y eso significaba que volvíamos a una competición que tantas alegrías nos había dado, la Europa League.
Copenhague, primer rival
Nuestro primer rival, en nuestra nueva andadura europa fue el Copenhague donde vimos a un Atleti arrollador. En la ida, ganamos 1-4. Se adelantaron con gol de Viktor Fischer en el minuto 15; a raíz de ahí los colchoneros se activaron e iniciaron la remontada con gol de Saúl de córner en el minuto 21′. Gameiro pondría por delante al equipo en el 37′ y marcharnos al descanso con victoria y remontada fuera de casa. Tras el descanso, el dominio rojiblanco fue mayor y se marcaron otros dos goles: Griezmann en el 71′ y Vitolo en el 77′. Muy buenas sensaciones en este primer partido. En la vuelta, con todo decidido en la ida, el Atlético de Madrid salió más calmado aunque siguió dominando y en el minuto 7′ Gameiro metió un golazo desde fuera del área para terminar de sentenciar al Copenhague.
El Lokomotiv, un tren estropeado

Tras pasar a octavos con un global de 5-1, el club colchonero llegaba como favorito ante su nuevo rival, el Lokomotiv de Moscú. Y si en la eliminatoria anterior había sido arrollador, en esta eliminatoria lo fue aún más. El ocho de marzo fue la ida en el Metropolitano. Los primeros minutos fueron muy parejos, los rusos intentaron plantar cara al conjunto de Simeone, pero Saúl en el minuto 22′ dijo “hasta aquí”, y escurriéndose decidió meter un auténtico golazo para inclinar la balanza y barrer la eliminatoria para casa. Desde este gol, el Atlético se hizo único dominador del partido. Costa en el 47′ y Koke en el 90′ sentenciaron el partido y casi la eliminatoria. El 15 del mismo mes, se jugó la vuelta. Este partido estuvo más igualado ya que el Atlético llegaba con los deberes hechos a Rusia. El encuentro se inició con un gol de Correa en el minuto 16′. Solo pasaron cuatro minutos cuando el Lokomotiv empató el partido con gol de Maciej Rybus. Se terminó la primera parte con empate en el marcador pero la balanza a favor del Atlético. En la segunda mitad, vimos a un Atlético más dominador y los goles llegaron. Primero fue Saúl en el 47′, Torres en el 65′ de penalti y en el 70′ remantado un centro; por último Griezmann en el 85′ anotó un auténtico golazo, culminando una preciosa asistencia de Correa. El partido terminó con un 1-5. La mala noticia fue la grave lesión de Filipe Luis: fractura de peroné.
Sporting de Portugal, primer duro escollo

Con la vista puesta en Lyon y la goleada al Lokomotiv, los ánimos colchoneros estaban por las nubes. En cuartos nos tocó el Sporting de Portugal, un rival duro pero que Diego Pablo Simeone supo solventar muy bien. La ida se jugó el 5 de abril en el Metropolitano, en la cual el claro dominador del balón fue el Sporting y el Atleti hizo su juego, defensa y esperar errores del rival, y así fue. Tras dos errores defensivos en la salida del balón de los lusos, primero Koke y después Griezmann sentenciaron el encuentro. En la segunda parte el partido se fue calentando, poniéndose bronco poco a poco y eso hizo que varios jugadores del conjunto portugués claves, se perdieran la vuelta. El 12 de abril se jugó el segundo partido de esta eliminatoria. El Atlético de Madrid salió a defender y el Sporting realizó un auténtico asedio a Oblak y sus defensores. A la media hora de juego Fredy Montero acortaba distancias en la eliminatoria y llegaba el sufrimiento, con un gol forzaban la prórroga. No hubo más goles en el asedio luso al muro Oblak, y el Atlético se proclamó semifinalista de la Europa League.
Arsenal, la final anticipada

En semifinales, el Atlético se enfrentaría al Arsenal de Arsene Wenger con un partido de ida alterado sobre todo en su inicio. Era un 26 de abril en el Emirates Stadium. Todo bañado de rojo y plateado, y el campo a reventar. Pero alguien quiso ser protagonista por encima de los demás. No fue Wenger, ni Simeone, ningún jugador, y ni siquiera los aficionados. El colegiado francés, Clement Turpin, lo quería ser y lo fue. Corría el minuto 10 cuando Turpin sacó la segunda amarilla a Vrsaljko y lo mandaba a los vestuarios. Minutos más tarde lo fue Diego Pablo Simeone por varias protestas. Motivo por el que no se podrá sentar en el banquillo en Lyon. Desde este punto, el conjunto colchonero solo le quedaba la opción de defender y aguantar al Arsenal. Las opciones rojiblancas de meter gol aparecían, diluidas con el paso de los minutos, en lanzar algún contraataque. El Atlético consiguió mantener el empate hasta el descanso. En la segunda parte, exactamente en el minuto 61, Lacazzete adelantaba al Arsenal. Pero eso no iba a quedar así. Al Atlético o lo rematas, o nunca muere. A diez para el final, Giménez dio un pelotazo arriba, Konscienly despejó mal, y Griezmann empató el partido metiendo al club rojiblanco de lleno en la eliminatoria. El 3 de mayo fue el gran día. El Metropolitano vivió, por fin, una de esas grandes noches europeas. El espíritu y ambiente del Calderón se notaba en cada aliento de los suyos en su nueva casa. Empezó el partido y el Atlético salió muy concentrado y con ganas de marcar. El Arsenal respondía a esos ataques pero con menos peligro. Tendría que ser Costa el que, en el descuento de la primera parte, hiciera el único gol del partido y sentenciara la eliminatoria. La euforia enloquecía en Madrid, el Atlético estaba en una nueva final europea.
Tras esta eliminatoria, el último escollo por hacerse con la Europa League será el Olympique de Marsella. Un viejo conocido y no por lo que sucedió dentro del terreno de juego pero que no quitarán el único objetivo de los colchoneros en Lyon. Rememorar a los suyos y hacerles soñar, una vez más, en Lyon. Mientras otros duermen, nosotros soñamos despiertos…