Noche de sueños en Inglaterra, noche de Leicester, noche de Atleti, noche de Champions… Llegaba una noche más, una noche más de dolor en un King Power Stadium hasta la bandera, con un pequeño reducto colchonero, en busca de la conquista del Reino Unido. Simeone, como novedad, decidió dar paso a Giménez en el doble pivote junto a Gabi, dejando a Torres en el banquillo y colocando a Carrasco junto a Griezmann.

El encuentro comenzó con dos equipos enérgicos. Los foxes necesitaban un gol y para ello se hicieron con la posesión, mientras que el Atleti, cómodo atrás y buscando conectar con sus posesiones. En apenas cinco minutos la novedad, Giménez, había ganado todas los balones divididos en los que había participado. Los de Shakespeare se hicieron con la iniciativa (algo comprensible) aunque tomaron precauciones, colocando mucha gente detrás del balón y buscando a Vardy con balones largos. Okazaki se insertó entre la línea de medios y la de los centrales, provocando que Godín y Giménez tuvieran que estar más que pendientes del japonés. Fútbol en estado puro con una gran nivel atrás del Atleti, no dejando a los foxes llegar a la portería del Atleti y los de Simeone contando con la primera ocasión clara del encuentro, tras un centro de Carrasco al que no llegó Koke para rematar sólo. Al igual que en el Calderón, la consigna de los ingleses era buscar a sus referencias aéreas ante un Atleti que continuaba muy bien plantado y haciendo lo esperado, aguantar y buscar una contra. La más clara no llegó hasta el 21′ de partido cuando Mahrez se la puso a Vardy en profundidad y este se la dejó a Okazaki, que llegaba desde atrás, pero remató alto. El Atleti necesitaba una posesión que enfriara el encuentro ante un Leicester activo y así fue. Tras mover el balón de una banda a otra, el esférico llegó a Filipe Luis que levantó la cabeza, esperó y la puso al único rematador que tenía en el área, Saúl. El canterano llegó desde atrás, puso la cabeza y GOOOL. Un remate cruzado del hombre Champions, un remate del discípulo del eterno ‘8’ ponía una importante ventaja en la eliminatoria.
El Atleti enfrió el King Power Stadium y los aficionados colchoneros desplazados hacia Leicester se hacían de notar. Se hacían de notar como lo hacía Saúl por todo el terreno de juego, volviéndolo a intentar con un disparo desde la frontal que atrapó Schmeichel. Intentaba rehacerse el conjunto inglés con varios centros laterales que acabó con un disparo de Mahrez, atrapado por Oblak sin problemas. El Atleti se sentía cómodo y Carrasco, como referencia arriba, intentó hacer una de las suyas tras recibir en la banda pero finalmente Schmeichel, en el borde del área pequeña, le arrebató el balón. El conjunto de Shakespeare volvía a intentarlo con balones aéreos que no encontraron rematador por el buen hacer defensivo y el poderío aéreo de Oblak. Con un Atleti de menos a más, haciéndose con el dominio del encuentro y aventajándose en el marcador, tras un gran tanto de Saúl.

Se inició el segundo tiempo con un doble cambio en el Leicester, dando paso a Ulloa y Chilwell, en sustitución de Okazaki y Benalouane. Como ocurriese en la primera parte, el Leicester se volcó sobre el área de Oblak con un centro lateral que fue despejado por un imperial Giménez. Monsieur Griezmann no quería irse de Inglaterra sin hacer de las suyas y tras una impresionante carrera, el francés se la dejó a Carrasco que no consiguió rematar a puerta vacía. El ariete bleu había vuelto hacer de las suyas. Un minuto más tarde, sin tiempo para respirar, Chilwell remató de volea un balón que se marchó alto. Los de Simeone seguían compitiendo y el principito Griezmann luchaba en defensa, y es que Juanfran no podía continuar, siendo sustituido por Lucas Hernández. El partido estaba siendo dominado por el Leicester que estaba haciendo mucho daño por el lateral de Chilwell. Mahrez, ante una jugada de desesperación, dejó la plancha sobre la rodilla de Saúl en una acción que no vio el colegiado. El dominio estaba ejerciendo que el Atleti se metiera en el área de Oblak y acabó haciendo el empate por medio de Vardy. Un centro lateral le cayó a Chilwell que disparó, Savic despejó pero el balón le llegó a Vardy que la mandó al fondo de la red. El partido estaba loco y el Atleti sufría. Un nuevo centro lateral le llegó a Vardy en el punto de penalti y su remate se topó ante un espectacular Savic. Simeone decidió mover una nueva ficha y metió a Torres en sustitución de Carrasco, intentando fijar a los centrales. Los foxes asediaban y esta vez Ndidi lo intentó con un disparo que se marchó desviado.
El encuentro estaba loco, un tuya y mía con un Leicester superior, que volvía loca a la defensa colchonera. Y ahora el Atleti quería tener la suya, pero un centro de Lucas no encontró a Griezmann, tras pasar por debajo de las piernas. El Atleti estaba siendo desbordado por las bandas y una nueva lesión llegaba a las oficinas del Atleti, esta vez era Filipe Luis. El brasileño no podía continuar y Simeone daba paso así a Correa. Con este cambio el técnico argentino restructuraba la línea defensiva, colocando a Lucas y a Savic en los laterales, con Giménez y Godín como centrales y retrasando a Saúl al doble pivote junto a Gabi. El Leicester, con el calor de su afición, continuaba asediando y Mahrez chutó una falta que se marchó por encima del larguero. El conjunto de Shakespeare no conseguía batir, por segunda vez, la meta de Oblak mientras que los desplazados seguían apoyando a los suyos, sin dejar de alentar a los de Simeone, que sufrían un asedio con más corazón que cabeza de los ingleses. Koke no estaba y el Leicester robaba y mandaba balones largos al área del meta esloveno. Mientras, el Atleti buscaba salir con una contra ante un conjunto inglés volcado en el campo colchonero. No solo las lesiones afectaban al Atleti, sino que en el Leicester se tuvo que retirar Morgan por lesión y entró Amartey. Giménez, mientras los colchoneros sufrían y vivían con el corazón en un puño, seguían dando una master class de como convertirse en un mediocentro de categoría, recuperando balones y repartiendo el esférico con una gran calidad. Los de Simeone pararon el partido y Gabi, volviendo a demostrar que el fútbol español tendrá un lunar eterno por no hacer vestir al colchonero la elástica nacional, paró el partido, luchó y recuperó un balón que parecía del Leicester. El discípulo del ‘eterno 8’ había aventajado al Atleti y en el descuento, los aficionados colchoneros corearon el nombre del eterno ‘8’, de Luis Aragonés. El Leicester no conseguía un segundo tanto pese al control del esférico y el Atleti se defendía de los centros laterales. El Atleti tiene un hombre en el timón del barco, y ese es DIEGO PABLO SIMEONE. El argentino solicitó a los 1600 desplazados que arengaran a los suyos, pese a estar en campo rival y se hacían de notar. Con los huevos de estos jugadores, el Atleti volvía a hacer historia, el ATLETI VOLVÍA A ESTAR EN LAS SEMIFINALES DE LA CHAMPIONS.
Esto es historia y todo de la mano de Don Diego Pablo Simeone. Partido a partido junto a los desplazados, celebrando una nueva proeza. Una proeza que se está convirtiendo en una costumbre. Bendita proeza, bendito equipo, benditos jugadores, bendito Simeone. Sin sufrimiento no es Atleti y una vez más, con sufrimiento, los de Simeone volvía a plantarse entre los cuatro mejores equipos de Europa. El Atleti sigue soñando, el Atleti sigue peleando, el Atleti sueña con Cardiff.