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Hoy miércoles recibíamos en un Wanda Metropolitano menos lleno de lo habitual, a las 21:30 h, a un muy buen equipo, el Leganés de Asier Garitano. Y lo hacíamos en una semana que estaba siendo muy convulsa para nosotros. Tras las sorprendentes marchas de Yannick Carrasco, Miguel Ángel Moyá y Nico Gaitán, en un momento muy sensible de la temporada, hoy nos medíamos a uno de los equipos revelación del campeonato nacional de Liga, como lo está siendo este ‘Lega’, cuadro que está completando una muy buena campaña en liga y dejó muy buen sabor de boca en Copa, eliminando, entre otros, al Real Madrid. Sin embargo, nuestro rival, que venía de enlazar una muy mala racha: 3 derrotas y 2 empates en sus 5 últimos choques, llegaba al Metropolitano con la necesidad de sacar algún punto. Garitano formaba con su más que habitual 4-2-3-1, el esquema predilecto del técnico vasco, pero con la novedad de un doble lateral por banda izquierda. Los de Madrid sur llegaba con la clara consigna de no recibir goles, e iniciaban con Cuéllar bajo palos; Diego Rico, Mantovani, Muñoz y Bustinza en la línea defensiva; Gumbau y Eraso en la sala de máquinas, con Gabriel Pires, Omar y Raúl García en 3/4 y Guerrero en punta. Por su parte, los de Simeone lo hacían con su más que característico 4-4-2. Oblak en portería; Juanfran, Giménez, Godín y Filipe atrás; Thomas (a una amarilla de ser sancionado) y Saúl de pivote; Koke y Correa en bandas y arriba la asociación perfecta: Griezmann y Costa. En el banco, la novedad del canterano Antonio Montoro y la primera convocatoria liguera de Axel Werner.

El encuentro comenzó con el más que merecido minuto de silencio en honor a uno de los mejores arietes de la historia del fútbol español: ‘Quini’. El ‘Pichu’ Cuéllar y Guerrero homenajearon personalmente al legendario delantero español, por su pasado sportinguista. Pero ya en el minuto 1′ de partido Costa tiraba desde fuera del área, y segundos más tarde era Koke quien lo intentaba. Los de Garitano cedieron el balón a los rojiblancos, como cabía esperar. Los primeros minutos muy buenos por parte de nuestro equipo. Buen dominio de la pelota y mejor presión tras pérdida. El inicio fue un asedio total de los del Cholo, que no dejaban ni siquiera tomar aire al conjunto pepinero, impetuoso en la salida de balón y sin demasiada movilidad arriba. Pese a ello, Guerrero consiguió cabecear un mal centro de Bustinza que se marchaba alta. El Atlético se encontraba muy cómodo, y el mejor hasta el momento Correa, cayendo a una y otra banda e incluso entrando por 3/4 de campo. Sin embargo, los pepineros nos daban otro susto, Eraso remataba de la peor forma posible un buen centro al área que le dejaba solo, el esférico se marchaba rozando el palo, minuto 12 y primer aviso para los nuestros. El minutero pasaba, y el que manejaba la salida del equipo era Thomas, impecable hasta el momento. En el 15′ llegó la réplica, Antoine Griezmann botaba una falta al borde del área que acabaría estrellando la pelota en toda la escuadra. El encuentro se dormía, y eso lo aprovechó el equipo de Garitano. Gumbau enganchaba un trallazo dirigido a la escuadra que chocó con el poste y por suerte, el siguiente rechace fue despejado por los charrúas de nuestra zaga. El ‘Lega’ se estiraba a medida que pasaban los minutos, y cada vez tocaba mejor el balón, cada vez con más confianza. Y cuando peor estábamos apareció el de siempre, ‘El Principito’, ese rubio que hace magia: Griezmann. El francés recogió una asistencia en largo y de manual de Koke y no falló en el 1 a 1 contra Cuéllar. El partido totalmente dominado, y en el 35′ volvió, de nuevo, nuestro ‘7’. Golazo espectacular del francés que definió a la perfección una falta en la frontal del área para levantar a todos los aficionados al fútbol de su asiento. Incluso tuvo el hat-trick en su mano 4 minutos después, pero despejaba el meta pepinero. Los últimos compases de la primera mitad fueron colchoneros, un auténtico monólogo capitaneado por Thomas y Koke.

La segunda mitad comenzaba con 2 novedades: las entradas de Amrabat, por Diego Rico; y el canterano Mozo, por Gabriel Pires. Unas rotaciones de perfil ofensivo. Torres, Gameiro y Vitolo calentaban por nuestra parte. La tónica era la misma, dominio y asedio colchonero, aunque sin ocasiones claras hasta el momento. La primera oportunidad clara fue para el recién entrado Amrabat, que hacía emplearse a fondo a Oblak para despejar un potente chat desde fuera del área. Pero, otra vez más, Griezmann aparecía para sentenciar el encuentro. El francés cabeceaba como un auténtico ‘killer’ un buen centro de Filipe para poner el tercero…otro hat-trick, 6 goles en 2 partidos…una barbaridad lo del galo que ponía en pie de nuevo al estadio. Tras el tanto, Vitolo se preparaba para entrar al terreno de juego. El canario sustituía a Thomas, que se libraba de la suspensión y podrá estar en el Camp Nou. Poco a poco fuimos bajando el ritmo del partido, pero el Leganés no lo aprovechaba. Pero el partido no se iba a quedar ahí. Costa ponía un centro a placer teledirigido a la bota izquierda de Grizzi que ponía el cuarto gol de su cuenta personal, sí, señores, sí…el cuarto. Una barbaridad del francés. Y 4-0. Y el partido ya estaba roto. Costa tuvo el quinto en su mano, pero Cuéllar desvió contra todo pronóstico. Y marcó Godín, con asistencia de Antoine, pero anulado por fuera de juego. Pero monsieur se merecía irse con ovación, y por eso Simeone le sustituyó por Torres. También sustituyó a Costa, que se marchaba enfadado…entraba Gameiro. Se jugaba ya poco en el Metropolitano, y las ocasiones seguían siendo para nosotros. Saúl y Correa intentaban cerrar la goleada, pero sin éxito. Los últimos minutos fueron un mero trámite para ambos equipos, el Lega intentó anotar el gol del honor, pero no lo consiguió con otra gran versión de Oblak.
Otra victoria más, tres puntos que nos sirven para ponernos, momentáneamente, a 4 puntos del Barça a expensas de lo que haga mañana el líder en Las Palmas. Seguimos en la lucha.