Foto: Club Atlético de Madrid
Gil Marín inauguró como Consejero Delegado del Atlético de Madrid el World Football Summit. El congreso, que tiene lugar en el Estadio Metropolitano, sirve para debatir sobre la industria del fútbol, en el mayor congreso del deporte rey. Una presentación del World Football Summit en la que Gil Marín repasó la actualidad del Atlético de Madrid.
«Si miras para atrás te das cuenta de la cantidad de vivencias desde el confinamiento hasta que se reanudó. Teníamos que remontar para clasificarnos para Champions, jugamos luego en Lisboa, no tuvimos casi tiempo de preparar la nueva temporada y empezamos con muchas dulas. Pero a partir de octubre fueron ocho meses muy intensos. Se trabajaba por el tema económico y patrimonial. Debíamos recuperar tesorería y afrontamos una ampliación de capital. También, lo que ve el aficionado, que es la parte deportiva. Los jugadores ni se podían duchar. El estadio no tenía público y eso es atípico para los futbolistas y su exigencia. No teníamos previsto ganar La Liga, pero tras los 50 puntos en la primera vuelta sí pensamos en hacerlo. Febrero y marzo fueron meses de algunas dudas. Hubo pequeños detalles que te das cuenta de que son decisivos para enfrentarte al Real Madrid».
SIMEONE, DIEZ AÑOS DE ATLÉTICO
«Diego tiene un equipo de trabajo muy bueno. Yo también, como a Enrique Cerezo o los accionistas. A mí me hacen mucho mejor como gestor. Los dos llevamos juntos diez años y no hemos dejado de comer ningún mes para hablar del club y del vestuario. El nivel de exigencia que ha marcado Simeone me ha obligado a poner al club al nivel del equipo, haciendo inversiones como para el estadio o para tecnologías con la idea de crecer. El mundo se ha globalizado y el Atlético no podía quedarse atrás. La llegada de Diego fue una bendición».
¿QUÉ PASÓ CON LA SUPERLIGA?
«Lo que ocurrió fue una consecuencia de la situación que estamos viviendo. Hay un ambiente difícil, de crispación. Todo el mundo quiere cambiar todo aunque esté bien. Si ese cambio conlleva que todo explote, da igual. La guerra por las competencias es un caldo de cultivo en un periodo generacional de cambio. Se reclaman nuevas formas de vivir el fútbol. Esto nos obliga a adaptar las instalaciones y que los aficionados puedan vivir diferentes experiencias. A los jóvenes les cuesta engancharse a la tele o venir al estadio. Hay que hacer que se sientan involucrados. Hay directivos que se ponen nerviosos y quieren que todo se desarrolle más rápido y adelantarse al tiempo. Estamos en un mundo cargado de pasión. En el fútbol se siente más que se piensa. Eso ha provocado que haya gente que quiera romper con todo. En la ECA me doy cuenta de lo diferentes que somos. El gestionar para todos es casi imposible. Buscar la concordia y la competición justa es difícil. Esas diferencias generan el ambiente que se está viviendo. Valoro lo que está haciendo UEFA para adaptarse, el formato post 2024 para contentar a los grandes. La Conference League me parece una idea inteligente. UEFA está intentando adaptarse».
POSICIÓN DEL ATLÉTICO ANTE LA SUPERLIGA
«A nosotros nos invitaron a formar parte de ello y el sentir del Consejo de Administración donde van a estar los 15 clubes más poderosos, entendíamos que nos habíamos ganado el derecho de estar en la mesa que iba a negociar el futuro del fútbol español. Tardamos 48 horas en darnos cuenta que poníamos en riesgo que el fútbol tradicional. Gracias a ese fútbol hemos llegado a donde estamos. También percibimos el rechazo de nuestra masa social. Sentí que nos podíamos cargar ese fútbol tradicional. Me reuní con los accionistas, les dije que me sentía que traicionaba a la idea de este deporte y nos salimos. Si las instituciones siguen en la misma línea no tardará en que aparezca otro sistema que le dé una vuelta de tuerca. Si nos obligan a decidir entre papá o mamá, nos iremos de casa».
ESTADIO METROPOLITANO
«Este era un buen edificio, pero no un buen estadio de fútbol. Lo tuvimos que adaptar y personalizar para la afición del Atlético. Hicimos muchos viajes para ver estadios y aprendimos de los errores suyos para hacer un campo multiusos y confortable. Hicimos 380 eventos el año antes del COVID».
EL ATLÉTICO EN MÉXICO Y CANADÁ
«Nosotros tenemos franquicias en México y Canadá. Es un tema cultural. No podemos cambiarlo en Europa. Son los organismos los que tienen que ir consensuando para proteger los contenidos de los clubes. Una cosa es ser solidario y otra que se considere uno más. No puedes cambiar una cultura de un plumazo, eso genera heridas. Es muy difícil cambiar a franquicias con ligas cerradas».
