
FOTO: AtléticodeMadrid
Miguel Ángel Moyá abandonaba la disciplina rojiblanca para recalar en la Real Sociedad. El meta balear ponía rumbo a San Sebastián para convertirse en el nuevo portero del conjunto txuri-urdin, ocupando el puesto del argentino Gerónimo Rulli, arquero de la Real que se encuentra lesionado y tiene para un mes de baja tras su esguince de ligamento cruzado. El movimiento es cuanto menos extraño, ya que estando fuera de la ventana de fichajes, el equipo de Eusebio tenía la capacidad de adquirir un jugador por la marcha de Íñigo Martínez el último día de mercado, que dejó una ficha libre, razón por la que La Liga ha dado al club un mes para poder fichar a un jugador que sea de La Liga o agente libre. Y el elegido ha sido Moyá.

Su marcha, junto con las de Augusto en el mercado invernal, las de Gaitán y Carrasco, que han puesto rumbo a China, han dejado a la plantilla bajo mínimos y en un momento de la temporada más que sensible. Y es que las salidas se han producido jugándonos seguir con opciones en Liga y avanzar en Europa. Y es que, a día de hoy podemos contar con 19 futbolistas, 2 de ellos porteros.
Con la marcha de Moyá ha entrado en escena el joven guardameta Axel Werner, de tan solo 22 años (recién cumplidos el pasado miércoles), que será, si no ocurre nada raro, el nuevo suplente del indiscutible Jan Oblak bajo palos. Werner, ejercía hasta el momento como tercer portero y aún no ha llegado a debutar en partido oficial. Pese a ello, si contó con minutos frente al Toluca donde se enfundó la elástica colchonera. Werner desembarcó en el club hace 2 campañas, en el mercado de verano. Procedente del Rafaela, un club de la tercera categoría del fútbol argentino. Venía de completar una gran temporada, pero no fue suficiente para quedarse en el Atleti y fue cedido a Boca Juniors, el histórico argentino. Allí completó un gran año, llegando a alzarse con el título liguero y siendo el meta titular, lo que le sirvió para que Diego Pablo Simeone le diera el sí y quedarse como el tercer portero de la entidad rojiblanca. Ahora ha superado su primer escollo, veremos si cumple con el complicado rol de suplente tan bien como lo hizo Moyá o si le abruma la presión.
¡Suerte, Axel!