
El Atleti volvió a ganar y no conoce la derrota tras el parón obligado. El Cholo revolucionó el partido desde el banquillo ante un Alavés muy bien posicionado. Tres puntos muy valiosos antes de visitar el Camp Nou sin Savic y Koke, que vieron la quinta amarilla y estarán sancionados.
Con posesión pero sin desborde
Un Metropolitano vacío en gente, pero repleto en alma volvía a ver rodar el esférico. Al Atlético le iba a tocar dominar ante un Alavés que iba a buscar dar la campanada a la contra. Y así fue, el cuadro del Cholo salió dominador y mostrando una jugada ensayada de las de antaño. Koke y Correa se colocaron delante del balón, Thomas amagó el disparo pero Koke la movió para Lodi. El brasileño centró ante la incertidumbre babazorra pero Morata no consiguió conectar un buen cabezazo. No cedió el Atleti y Joao pudo abrir la lata con un remate de chilena que se marchó fuera. El portugués recibió un balón peinado que no consiguió ver portería. Los de Vitoria no se iban a arrugar y Aguirregabiria lo intentó por la derecha, a la contra, para encontrar a Vidal, que se topó a Oblak. Se enfadaba el esloveno tras una contra que no supo cerrar la defensa colchonera. Y es que esta iba a ser la única arma previsible del equipo de Garitano, las contras a la espalda de un Atleti volcado sobre la meta de Pacheco.
«El partido empezaba a atragantarse de cara a portería y el nerviosismo crecía en las filas colchoneras»
Tras ello el Atleti continuó dominando la posesión el esférico ante un Alavés perfectamente replegado. Era turno para Correa y Joao, con la obligatoriedad de desbordar la última línea defensiva y poder batir la portería babazorra. Esto se resistía y el cuadro del Metropolitano mantenía la posesión de forma plana y tan solo un centro lateral de Koke encontró el área. Aunque sin problemas para Pacheco. Mientras tanto Correa y Joao se descolgaban del ataque para buscar conectar con el balón alrededor del área. El partido empezaba a atragantarse de cara a portería y el nerviosismo crecía en las filas colchoneras. Todo ante un Alavés aguerrido que propició la tarjeta amarilla para Thomas. Y sin desborde y con un Correa muy espeso el Atleti se fue al tiempo de descanso dominando la posesión pero sin desborde ni gol.
El banquillo, un aliado perfecto
Y nada varió en el inicio de la segunda mitad, sin cambios y con el mismo detonante: posesión y sin desborde. Solo un buen desborde o una jugada magnífica de algún jugador podía ser la salida hacia el gol. Una opción que no consiguió crear Joao, quien tras una gran carrera buscó el tiro pero se topó con la defensa babazorra. Las líneas de los vitorianos se mostraban sólidas cerca del área, algo que provocaba que la única manera de encontrar el gol fuera desde el banquillo. El Cholo daba paso a Diego Costa y un Marcos Llorente en estado de gloria, algo que podía dar la vuelta al partido. Y la primera intervención provocó el desborde de Llorente por la derecha que forzó la amarilla para Marín. Revolucionó el partido Marcos con una falta por la derecha que acabó dando el primer gol del partido. Balón tenso al área y Saúl, con un salto perfecto, envió el balón al fondo de la red. A balón parado y tras revolucionar el partido desde el banquillo el Atlético encontraba el gol.
«Continuó Simeone revolucionando la contienda desde el banquillo»
Respondió el Alavés con un doble cambio y un córner que Burke remató fuera pegada al palo largo de Oblak. Se salvaba así el Atlético en una opción de mucho peligro para el Alavés. Continuó Simeone revolucionando la contienda desde el banquillo dando paso a Carrasco. El belga debía ser el encargado de desbordar y así hizo, concluyendo la jugada con un disparo que Pacheco despejó con alguna que otra complicación. Pero volvió a ser Llorente por la derecha desbordando a Eli, internándose sólo en el área y provocando un penalti bastante dudoso que el VAR aceptó. O porque el VAR no sirve o es que estaba desactivado. Pero desde los once metros Diego Costa no falló y aumentó la ventaja engañando a Pacheco. Tras ello continuó un partido que parecía cerrado pero en el que Savic vio la amarilla, que provocará su baja en el Camp Nou por acumulación de tarjetas. Pese a ello, se guardó bien las espaldas el Atleti para asegurar tres puntos, cuando Melero volvió a señalar la pena máxima ahora en el área de Oblak. Falta en la frontal del Alavés, que tapó Koke desde el suelo pero el colegiado vio mano. Estas, pegadas al suelo y bajo el cuerpo de Koke, eran suficientes para el colegiado y un VAR que parecía inexistente. Lo peor, que Koke veía amarilla y acarreará suspensión en el Camp Nou. Y desde los once metros, pese adivinar el lugar, Joselu no falló en el descuento; aunque sin tiempo de reacción.
El Atleti sumaba una nueva victoria colchonera que le hace seguir invicto tras el parón. Tres puntos que le llevan al Camp Nou con un colchón de cuatro puntos con el Sevilla y cada vez más cerca de la Champions. Un nuevo partido que el Cholo decidió desde el banquillo.