
Aunque en un principio iban a lucir la equipación celeste, los de Simeone apuestan por el negro para volver a eliminar al Liverpool de una competición europea. El Atlético de Madrid visitará este miércoles el mítico estadio de Anfield para medirse al Liverpool en la vuelta de los octavos de final de la Champions League. Sin duda, se prevé un partido duro en todos los sentidos. Los de Klopp son uno de los equipos más fuertes, si no el que más, y el escenario es de los más difíciles de Europa. Pero los colchoneros nunca dejan de creer y aparte de a lo futbolístico, se agarran a otras cosas para mantener la ventaja adquirida en el Metropolitano.
Hace diez años, el Atlético ya se midió al equipo inglés en competición europea. Son muchos los rojiblancos que recuerdan la semifinal de la Europa League ante el Liverpool. Esta, se saldó con el pase de los rojiblancos a la final de Hamburgo, que ganaría un par de semanas después contra el Fulham. Tras un 1-0 en el Vicente Calderón, el equipo colchonero jugó la vuelta en Liverpool con la segunda equipación, que era de color negro. Tras un tanto del uruguayo Diego Forlán en el descuento a pase de Reyes, el Atlético se metía en la final de segundo torneo europeo. Por ello, este miércoles, los colchoneros también se encomendarán a la superstición. Todo bajo la premisa de Simeone, un supersticioso nato.
El Atlético de Madrid volverá a vestir de negro. Esto decisión no estaba clara dentro de las filas rojiblancas, ya que el segundo uniforme de esta temporada es una elástica de color azul celeste, que en principio era la elegida para que los jugadores de Simeone disputaran tan duro encuentro. Pero con el recuerdo en la retina de ese pase histórico, el club colchonero ha trabajado para que el equipo pueda volver a vestir de negro en Anfield, como hace una década.
Todo ante una final que, como ya sucediera hace diez años, llega en las mismas condiciones. Una victoria por la mínima a favor de los rojiblancos, y con 90 minutos por delante. Un partido de 90 minutos o de 120′, y es que el Atlético en aquel 2010 se marchó a la prórroga. Allí, el desenlace ya lo conocen. Ahora toca pensar en el miércoles y la Champions League.