OPINIÓN. En momentos de duda, cuando los carroñeros atacan, hay que demostrar que tenemos más valía que todos ellos juntos, que somos diferentes, como así hemos asegurado en tiempos de bonanza. En el peor momento del ‘Cholismo’, que tanto nos está dando, debemos mostrarnos unidos frente a las dificultades, y volver a remontar el vuelo como en tantas ocasiones hemos hecho, porque somos diferentes, porque somos el Atlético de Madrid. En estos días complicados, que aprovechan para meter mierda los de otros barrios, hay que bajar la cabeza con un único objetivo: besar el escudo del Atlético de Madrid, levantarla y unidos caminar juntos pase lo que pase, con este grupo que tanto ha dado.
Hay cosas que no están saliendo bien, no podemos negar lo evidente, pero aquí es donde se demuestra que los de las rayas canallas estamos hechos de otra pasta. Como dijo Vicente Calderón hijo: «Mi padre, si en alguna cosa tenía fé, era en la afición del Atlético de Madrid». Señores, no le fallemos en su último año. Que esto es el Atlético de Madrid, el Ave Fenix que resurge de sus cenizas cuando la carroña está al acecho intentando que no se levante. El Atleti, el equipo que más se asemeja a la vida. Una vez te da por las muchas que te quita, pero eso no impide que sigas luchando por tus metas; pues igual pasa con el Atleti, ya saben ustedes a lo que me refiero…
Como ya decía el gran «Pechuga» San Román, y como todos pensamos, «Yo no entiendo mi vida sin haber sido del Atlético de Madrid». Y así es, tras vivir años de sequía, años en el infierno, altibajos, y mucho más… hay que demostrar al mundo entero que el Atlético de Madrid, como la vida, nada contra corriente y se resurge de sus propias cenizas, cuando todos les dan por muerto. Porque señores, El Atleti es así y el Atleti es así. Y que no me lo cambien.
