Podrían ser las próximas olimpiadas, pero no, es una filosofía que se mantiene intacta desde 2011 y lo seguirá durante las próximas tres campañas. A falta de buenos nombres nuevos para enero, el club ha hecho grandes renovaciones este verano como las de Koke o Saúl, pero la más esperada ha llegado un 5 de septiembre, casi de sopetón, como quien no quiere la cosa.

Diego Pablo Simeone, la figura más importante del Club Atlético de Madrid en décadas, seguirá ilusionando a la hinchada rojiblanca hasta el año 2020, ahora desde el Wanda Metropolitano, con el objetivo de saldar una deuda personal que tiene el club desde 1974. El Cholo desde que vio posibilidad real de alzarse con la Liga de Campeones, no ha parado de insistir año tras otro y chocar siempre contra la misma pared tras realizar actuaciones brillantes en los cruces previos. Con ya 5 títulos y dos finales de Champions a sus espaldas, el técnico argentino cuenta esta temporada con la mejor plantilla que ha tenido nunca, la misma que la del año pasado, pero con unos Oblak, Saúl, Giménez y Carrasco que han ganado muchísimos enteros, además de la incorporación de Vitolo para el primer día de mercado invernal. Y parece ser que por fin, el “culebrón Costa” parece al menos dejar menos dudas. Mucho nos debe querer Simeone, demasiado incluso siendo él, para renovar sabiendo que Costa no está al menos, mucho más cerca.
Son ya casi 6 años a su lado. 6 años en los que las dimensiones del club se han disparado a niveles extraterrestres, porque él lo es. Conquistando todos los títulos que un club de La Liga puede conseguir exceptuando esa dichosa competición que parece, tanto le odia a él como al propio Atleti. Simeone ha dejado un legado, una filosofía y momentos para la historia de este deporte, y quiere repetir. Como bien cita en el comunicado oficial la web del club, la sintonía, la conexión con su gente, es perfecta y normal, lógica. Son ya casi 6 años de “partido a partido”, de “el esfuerzo no se negocia”, del “nunca dejen de creer”, de aquel entrenamiento a puerta abierta un 29 de diciembre de 2011 para demostrar a toda la capital que aquello iba en serio. 6 años de Cholismo, 6 años molestando (aunque a algunos no les guste) y van a ser algunos más.
No existen más que buenas palabras hacia ti, Diego. Gracias por seguir brindándonos una experiencia para vivir sin comprenderla. «Dale, dale, dale, que en alguna cae».