
El Atlético volvía a casa en un duelo crucial en La Liga. Fuera de puestos Champions era obligatorio ganar ante un Granada que venía con ganas tras pasar a semis de Copa. Un partido diferente, y es que Koke volvía al equipo y eso se noto. De más a menos, el Atlético consiguió una victoria crucial.
El encuentro arrancó con un Atleti diferente con Koke en el campo. El primer capitán da una visión y juego diferente al equipo, y esto el Cholo lo nota. Su presencia dio libertad a un Saúl que se fue en busca de la portería rival. Todo ello con Correa como delantero centro y Vitolo buscando arrancar desde que llego… «Contigo hasta morir» rezaba el tifo de la grada, y es que los rojiblancos no iban a dejar solo a los suyos. Y este apoyo se notó, ya que a los cinco minutos de partido apareció el que debía haberse ido. Correa recibió de Vitolo y el argentino no falló. Reventaba el Metropolitano, explotaba la alegría y la tensión baja de los corazones colchoneros. El Atleti empezaba por delante en el marcador ante un Granada muy intenso. Mucha intensidad ante la pasividad del colegiado en saltos con codos por delante.
La intensidad continuó y el Atleti buscaba el segundo por medio de Vitolo. El canario la buscó desde la frontal sin fortuna. Activo pero impreciso un Vitolo que en el ecuador de la primera mitad hizo el segundo gol del partido, que quedó anulado. Recibió al espacio de Saúl tras una combinación que acabó con el balón en el fondo de la red y la jugada invalidada. El partido entró en una espiral de faltas que bajaron la intensidad del mismo, con Soldado siempre presente. Y es que nunca ha cambiado el ex madridista. Pero Koke, siempre diferente, no le iba a dejar actuar a su gusto y eso provocó la amarilla para el capitán colchonero. El propio Soldado estuvo involucrado en la ocasión de VAR de la primera mitad. Correa se internó en el área y recibió un codazo de Soldado, pero ni el árbitro ni el VAR decidieron intervenir. Agresión clara, que hubiera sido la segunda amarilla para Soldado y pena máxima para el Atlético. Y con muchas interrupciones y pocas ocasiones se llegó al tiempo de descanso.
El segundo tiempo arrancó muy trabado y con una falta a favor del Granada que se marchó alta. Y respondió el Atleti por medio de Correa, que tirado a banda hizo de las suyas. Se deshizo de la marca y puso el balón a Saúl que, solo, remató pero paró el guardameta. Volea en solitario en una ocasión de gol que no debió fallar. Tras ello llegó el primer cambio del encuentro cuando Carrasco entró al verde en lugar de Renan Lodi. Sin más laterales izquierdos que él, el Cholo no arriesgo en busca de otra lesión y dio descanso al brasileño. Saúl por tanto bajaba a la banda izquierda en el lugar de Lodi. Y Carrasco tuvo su primera ocasión con un disparo que atajó Escandell sin problemas. Cedió el balón el Atleti al Granada y los andaluces buscaron la meta de Oblak. No llegaban con claridad los Martínez, pero el partido estaba candente con el uno a cero en el marcador. Todo por decidir, con la grada siempre animando a los suyos.
Con veinte para el final apareció el de siempre con una mano espectacular. Un centro lateral que Soldado remató de espuela y Oblak, abajó, atajó con una manopla de mejor portero del mundo. Tras ello, bajo los palo Savic desvió a córner. El Granda se creía sus oportunidades y el partido entraba en su recta final. Aguantaba el Atleti el resultado con diez para el final y el cuadro del Cholo con la necesidad de sumar tres puntos. Saúl pudo poner el segundo con una falta directa que se marchó desviada. Tras ello el Cholo decidió acabar sus cambios dando paso a Lemar, silbado y con razón, y a Toni Moya. En su lugar se marchó un Koke ovacionado, y un Vitolo de más a menos por el cansancio. El Atleti acabó cediendo el balón con Koke como pilar fundamental en un día con victoria crucial.
El Atlético de Madrid consiguió una victoria crucial y tres puntos que le suman a la Champions, con el Sevilla pendiente de jugar. Correa y la afición ayudaron en un día en el que se demostró que el con el Atleti, hasta el final.