
El Atleti tiró a la basura un primer tiempo que aprovechó el Espanyol para ponerse por delante. Saúl hizo el empate pero los del Cholo no consiguieron la remontada en Cornellá.
Cornellá ha vuelto a convertirse en criptonita para un Atlético que se ha asemejado al de la cuesta de enero. Los del Cholo son conocedores de las dificultades que siempre pasan en Cornellá, y no iba a ser diferente. Una vez más, la primera parte volvió a crear problemas a un Atleti que empezó poniendo en apuros a Diego López. Correa remató mordido y el guardameta sacó una manopla salvadora. Tras ello comenzó una disputa en la que el Atleti no ganaba ningún balón dividido. En la decisión de ir y no ir, el cuadro perico se hacía con todos los balones. Y esto se sumó a los muchos errores en el medio del campo de un equipo que no parecía el visto la semana pasada. Esto provocó que en una jugada aisalda el Espanyol se pusiera por delante. Balón a la derecha en donde Lodi salió a tapar el espacio, y sin Carrasco en la ayuda, el Espanyol ganó en superioridad. Tras ello, balón al área que RDT remató y Savic desvió ante el que nada pudo hacer Oblak. Se adelantaban los blanquiazules.
Continuó así el juego con un equipo sin intensidad ni personalidad. El Espanyol estaba siendo mucho mejor y es que al fútbol se gana con más ganas que el rival y los de Abelardo estaban siendo mejores a eso. Tras ello, Oblak apareció en modo avión para desviar a la madera un perfecto disparo de Víctor Sánchez. Voló para salvar al Atleti. El Atleti tenía que reaccionar pero no daba sensación de ello, el descanso era más que necesario. Pero antes, un Thomas muy impreciso vio la amarilla que le hará perderse el duelo ante el Sevilla donde solo vale ganar.
Se reanudó el partido y cambió la cara totalmente. Trippier puso un balón al área que despejó la zaga. Saúl, de primeras, mandó con un zurdazo el balón al fondo de la red. Golazo del ilicitano que empataba así el encuentro y este cambiaba completamente. La intensidad era diferente y tocaba lo más difícil, la remontada. Era necesario ganar tras la victoria del Sevilla, pero no iba a ser nada fácil. El Cholo decidió hacer el primer movimiento retirando a un Carrasco sin brillo ni intensidad para dar paso a Joao. El portugués tenía que dar de su calidad, que parece cada vez cuesta más ver. Mientras tanto, por la derecha Koke buscaba conectar con Correa y Trippier, y de ahí llegó la ocasión más clara para el 1-2. Una combinación provocó un pase en profundidad a Joao que la puso al área pequeña. Una serie de rebotes provocó el remate final de Morata que repelió la madera junto a la línea de gol. Todo ello en la última y única jugada del madrileño sobre el verde. Daba paso así a Diego Costa.
Se hacía cuesta arriba el partido, el Atleti no generaba peligro y las constantes interrupciones no beneficiaban. Todo ello en un partido más para el historia de Alberola Rojas, que tenía una vara de medir diferente para cada equipo. Nada nuevo para el castellano manchego. No había peligro alguno sobre la meta de Diego López y por ello el Cholo decidió dar el último cambio a Vitolo. Más verticalidad en el lugar de un Correa que no tuvo su tarde. Con veinte minutos para el final ni él ni Joao dieron el plus que necesitaba el Atlético. Por su parte, Diego Costa arriba se peleó y presionó en busca de la victoria. Todo ello en un partido que en la recta final el Espanyol también tuvo en su mano con dos cabezazos de Bernardo.
El Atleti perdía dos puntos necesarios en un día donde el Sevilla lo adelanta en la tabla. La primera parte condenó al cuadro del Cholo que podría acabar fuera de la zona Champions (a expensas de lo que haga el Getafe).