CRÓNICA. Trabajo, ilusión y billete a octavos de Champions

El Atlético venció ante el Salzburgo en un día donde hizo gol y supo sufrir. Los austriacos lo intentaron, pero los de Simeone ya están en octavos.

Echaba a rodar el balón en la primera final de la temporada. La Champions League y la clasificación a octavos pasa por que el Atlético de Madrid empatase o ganase ante el Salzburgo. No iba a ser nada fácil y es que el cuadro austríaco salió en tromba. Y es que nada más arrancar, Berisha mandó el balón al palo de la meta defendida por Oblak. La situación vivida en agosto ante su hermano mayor, el Red Bull Leipzig, traía el miedo a la afición atlética. Peligro y control total del Salzburgo, que buscaba revertir el Atlético, que veía como el cuadro austriaco paraba todas las acciones con falta. Thaylor, colegiado del encuentro, dejaba jugar o no mostraba amarilla. Mientras tanto, al cuarto de hora Oblak tenía que aparecer otra acción de peligro. Se estiró y desvió el balón a córner el esloveno… Sufría el cuadro de Simeone ante un Salzburgo que imponía su ritmo ante la pasividad del árbitro.

No fue hasta el ecuador de la primera mitad cuando Marcos Llorente tuvo la primera de los rojiblancos. Un golpeo desde la frontal que se marchó desviado. El Atlético se encontraba con la posesión y mejoraba con el correr de los minutos. Sin embargo, cuando mejor estaba el Atleti, Koke erró en un córner y el Salzburgo lanzó una contra que pudo costar un gran disgusto. Replegó bien Trippier y regresó bien el equipo para evitar un disparo entre los tres palos. Cuanto mejor estaba el Atlético más permitía el señor colegiado. Y de una durísima falta sobre Joao, que era de amarilla, llegó el primer gol. Yannick Carrasco puso un balón perfecto que Mario Hermoso solo tuvo que empujar con un perfecto cabezazo. Se adelantaba en el marcador el equipo de Simeone y veía más cerca la clasificación a octavos. Pero tocaba seguir trabajando, más aún con Thaylor como árbitro, que mostró la amarilla a Simeone por protestar y a Mario Hermoso por una falta muy similar a las que había hecho el Salzburgo.

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Sufrir, aguantar y certificar

Con todavía 45 minutos por delante, el Atlético tenía que resistir ante un Salzburgo que iba a luchar hasta el final. Y nada más comenzar, Joao Félix probó con un disparo lejano que atajó el meta local sin problemas. Pero respondía Kristensen a la media vuelta, con un golpeo que mandó al lateral de la red de Oblak. Había salido con las ideas claras el cuadro de Marsch. La posesión era la clave para intentar batir la meta de Oblak. Y con una pared entrando por el medio entre Berisha y Szoboszlai, que se plantó en el punto del área pero remató fuera. Achicó muy bien espacios Oblak para obligar a dispar ajustado y provocar el error. No dejaba de insistir el Salzburgo y el Atlético, mientras tanto, jugaba a lo que tan bien se le ha dado durante estos años. Acularse atrás, defender bien y achicar balones. Mientras, la factoría Red Bull lo intentaba pero sin golpeos entre los tres palos de la meta colchonera.

Con media hora para el final, el Atlético crecía en busca del segundo gol cuando el Cholo decidió hacer el primer doble cambio. Luis Suárez, que no acababa de entrar en el partido, y Saúl se marchaban ambos muy enfadados. Entraban en su lugar Héctor Herrera y Ángel Correa. Insistía el Salzburgo, aguantaba el Atlético y el pase a los octavos estaban aún por decidir. A quince para el final Mwepu lo intentó con un golpeo lejano que rozó el palo de Oblak por fuera. La más clara de los austríacos que pese a las intentonas, no conseguía disparar entre los tres palos. Y con el Salzburgo volcado, el Atlético aprovechó la espalda de la defensa para que Correa, con un centro perfecto encontrase a Carrasco, que no falló. Sentenció el Atlético a la contra y certificaba así el pase a la siguiente ronda de la Uefa Champions League.

El Atlético venció al Salzburgo y consigue así la clasificación a la siguiente ronda. El próximo lunes, sorteo de octavos, pero antes, el gran derbi de Liga ante el Real Madrid.